Tras hacerse oficial la ruptura de Varea con sus apoderados, Curro Molina y la empresa de la plaza de toros de Castellón, el novillero de Almassora ha explicado a Mediterráneo que «es la mejor decisión que he podido tomar. No sé si acertadamente o no, pero yo soy el que mando de mi destino. He hablado con quienes han sido mis apoderados y me han entendido y respetado mi voluntad».

Una decisión desencadenada ante todo por el planteamiento de una temporada en la que esperaba torear más que las tres corridas en las que ha hecho el paseíllo, la alternativa y la dos tardes de Vinaròs: «Creía que iba a torear más. Me resultaba extraño estar en casa y ver a los compañeros toreando y a un nivel altísimo. Ha sido muy duro».

El diestro admite que no tiene prisa para encontrar un nuevo mentor que dirija su carrera. «Me tomaré mi tiempo, escucharé ofertas y tomaré una decisión meditada. De lo contrario, lucharé solo porque al final, el mejor apoderado es uno mismo». «No estoy para exigir, pero sí quiero alguien que luche por mí, que se preocupe por llamar, que se interese por mi carrera».

Su mirada está en el 2017: «Entrenaré duro para llegar preparado a Castellón y a Madrid, porque me gustaría confirmar la alternativa. Creo que Las Ventas me puede ayudar mucho», concluye. H