El pobre juego de los novillos de Albarreal y un fuerte aguacero que convirtió el albero de la Maestranza en un auténtico barrizal, impidieron el triunfo de Varea en Sevilla.

El de Almassora tuvo que luchar contra tales elementos, aun así, tiró de recursos y amor propio y acabó dejando buen sabor de boca ante la afición sevillana, que paladeó por momentos el toreo artista de Varea, en el que fue el segundo paseíllo de toda su carrera en esta plaza.

Comenzó el festejo con retraso debido a la lluvia caída durante la jornada del domingo y un pequeño problema a la hora de retirar la lona que cubría el albero de la Real Maestranza.

Justo en el momento en que sonaron clarines y timbales, volvió a asomar la lluvia. Abrió plaza Varea, que se topó con un novillo que tuvo una movilidad carente de transmisión y entrega.

La falta de emoción del novillo la puso el castellonense, siempre por encima de su oponente, imprimiendo plasticidad y buen gusto a su quehacer.

Los destellos de clase y las pinceladas de su personalidad, dejaron al público con ganas de ver a Varea quien por cierto, manejó con contundencia los aceros a la hora de acabar con su oponente. Saludó una ovación.

Aunque la lluvia ya no cesó durante el resto del festejo, antes de que Varea se abriera de capa con el cuarto, un fuerte aguacero dejó el ruedo encharcado, impracticable. Una piscina.

Meritorio todo lo que hizo el novillero. Una proeza enfrentarse a un animal con tan adversas condiciones. El de Albarreal no quiso embestir. Se paró y no ayudó al lucimiento del castellonense, que de nuevo tuvo que tirar de recursos.

Fácil, solvente y con ese toque de personalidad en cada detalle. De nuevo volvió a matar muy bien y saludó una nueva ovación.

Torearon junto a Varea Curro Durán y Rafael Serna. Este último cortó una oreja del tercero de la tarde, en un festejo donde hubo un tercio de plaza.

Y de Sevilla a Madrid, donde esta tarde se presenta Varea en la plaza de Las Ventas, en la que será su última tarde como novillero con picadores, antes del esperado doctorado en Nimes.

Con novillos de El Parralejo, hará el paseíllo junto a Álvaro Lorenzo y Ginés Marín. H