Prometía ser histórico, pero el homenaje que este martes le han regalado a Luis Eduardo Aute amigos como Serrat, Sabina, Ana Belén o Silvio Rodríguez es más que eso. Es un “grito de aliento” a veinte voces y un “soplo de alegría” para animar al artista y celebrar sus canciones, esas que “espantan tristezas y melancolías”.

El concierto de este martes en el WiZink Center es el primero de una serie de actuaciones tituladas 'Ánimo, animal' que continuarán el próximo 2 de febrero en Barcelona y al que se unirán diferentes colegas de profesión en otras ciudades para enviar ánimos a un artista que ha dedicado más de medio siglo de vida a repartir belleza.

EL MÚSICO SE RECUPERA DE UN INFARTO

Sin embargo, el homenajeado no ha podido asistir al encuentro porque, según explicaba su hijo Miguel unos días antes, aún continúa recuperándose del grave infarto que sufrió en el 2016 y no le conviene esa “avalancha” de emociones.

“Vamos a celebrar su música, su talento, su talante y su honestidad”, ha subrayado Pastora Vega, que ha introducido el espectáculo y ha trasladado a los asistentes el agradecimiento de Aute y de su familia. La cita, ha añadido la actriz, es “un soplo de alegría y un grito de aliento” para quien ha sido y será maestro de muchos.

Suburbano, la banda que acompañó a Aute durante tantos años, ha abierto el concierto con la canción que lo bautiza, 'Ánimo, animal', seguida de una emotiva versión de 'Las cuatro y diez' que ha interpretado Dani Martín y de un sutil 'Pasaba por aquí', de Pedro Guerra.

MÚSICA, PINTURA Y POESÍA

Sin apenas pausa entre canción y canción, los anfitriones han deleitado al público con veinte de las más de quinientas joyas musicales escritas por Aute. Algunos “autianos” también han querido dedicarle unas breves palabras, como Ismael Serrano, que antes de interpretar 'Mira que eres canalla' ha descrito al homenajeado como una “figura necesaria en estos tiempos difíciles”.

La música ha sido la absoluta protagonista, pero también han estado presentes otras de las artes que el músico ha acariciado, como la pintura o la poesía, a través de varias piezas audiovisuales que se han emitido a lo largo del espectáculo.

En esta noche para el recuerdo, el público también ha podido escuchar varias 'poemigas', recitadas por su propio autor, y asistir a la actuación de una treintena de tamborileros de Calanda que han irrumpido en el recinto, atravesando las sillas de la pista hasta llegar al escenario.

Su participación -toda una sorpresa- está ligada a la relación de Aute con el pueblo de Calanda, cuyos tambores inmortalizó Luis Buñuel, y al que el compositor dedicó la canción 'Allí (un perro calandaluz)'.

RECIBIRÁ EL PREMIO NOEL NICOLA

Además, el encuentro ha servido para que Pere Camps -director del festival BarnaSants- anunciara que Aute recibirá el premio Noel Nicola, un “homenaje a trovadores y trovadoras en activo que han dejado huella en los pueblos iberoamericanos”.

“Cuánto amor y cuánto agradecimiento hay esta noche aquí. Será que le queremos”, ha dicho Ana Belén antes de cantar 'De paso', tan aplaudida como el 'Sin tu latido' de Víctor Manuel, y un memorable 'Al alba' de Rosa León.

Tres de los gigantes que más revuelo han causado son Sabina, que ha interpretado 'Quién es Abel y quién es Caín'; Serrat, que ha cantado 'De alguna manera' y Silvio Rodríguez, que ha puesto el broche a la velada con 'Dentro'.

CANTANTES QUE EXPRESARON SU ADMIRACIÓN

"Decir Eduardo es fuego y pan y arena / decir al alba es llanto/ y todavía decir Aute es decir pasión en vena”, rezan los versos que ha dedicado el de Úbeda a un artista que ha inspirado a las nuevas generaciones de cantautores, también presentes en un merecido homenaje en el que Miguel Poveda y José Mercé han puesto la nota flamenca.

“Si me dedico a esto de la música es culpa suya”, ha revelado Andrés Suárez, mientras que Marwan ha agradecido a Aute su inagotable compromiso social.

También han acudido a la llamada Jorge Drexler, Rozalén, Cristina Narea, Luis Pastor, Massiel y Vicente Feliú, cuyas voces se han alzado para celebrar canciones que, en palabras de Sabina, “vacunan cicatrices” y ponen “espejos del revés”.