Teatro de alta gama en Castellón y en lengua vernácula. La visita de la vella dama, de Friedrich Dürrenmatt, una tragedia que da vida la compañía Farrés Brothers i cia. en una calidad incontestable el domingo, 25 de febrero (19.00 horas), en el coliseo de la plaza de la Paz de la capital de la Plana.

Una puesta en escena que cuenta con cuatro elementos con los que la compañía quiere, de alguna forma, personalizar su espectáculo. Tres de ellos forman parte indiferenciable de su forma de trabajar: las marionetas y los decorados, muy cuidados ambos.

Dos elementos que tienen un gran protagonismo durante toda la representación. El tercero es la música, con Adrià Bonjoch a la guitarra y Pep Coca al contrabajo, que no solo son utilizados como instrumentistas, sino que, en algunos momentos llegan a formar parte de la trama, con algunas intervenciones muy divertidas y adecuadas.

Por último, el cuarto elemento es la incorporación de una de las actrices más interesantes del panorama teatral en la actualidad: Vicky Peña, una actriz de largo recorrido que hemos visto tanto en teatro como en cine y televisión y que siempre garantiza una calidad en todos los papeles.

MARIONETAS Y DECORADOS // Esta es la segunda obra que la compañía monta para espectadores adultos dedicando su actividad, de forma principal, durante sus 15 años de andadura, a los espectáculos pensados para todo el público, jugando siempre con elementos mágicos, como son sus espectaculares marionetas, los decorados, la iluminación, con textos divertidos e historias que se salen, generalmente, de las habituales en ese tipo de teatro.

Aquí, esta vieja dama vuelve de visita al pueblo de donde tuvo que partir repudiada, embarazada, sin dinero ni perspectivas de un futuro esperanzador. Así, propone una generosísima donación pecuniaria, gracias a la fortuna que ha conseguido a lo largo de su vida a cambio de la muerte del hombre del pueblo que más la humilló; los recursos utilizados tienen, a nuestro parecer, una incidencia irregular.

El decorado, de Xavier Erra, formado por unas tarimas que, al estar horadadas por un lado permite utilizarlas de diferentes maneras, si bien visualmente tienen un impacto positivo y su utilización es ingeniosa, llega un punto que, por la manipulación constante de las mismas y los cambios de posición, llegan a ralentizar el transcurso de la trama.

Pasa otro tanto con las marionetas. Si bien, al principio, su magnífica realización por parte de Eduald Ferré y Alfred Cases, vestidas igual que los actores, con esa mezcla de muñecos extremadamente realistas, llama la atención y crea una atmósfera irreal para presentarnos el tema, al estar manipuladas por actores que se esconden tras ellas crean situaciones un tanto confusas.