T alentosos y jóvenes musicantes de varias nacionalidades dejaron ayer su huella en la Vilavella. Promesas de futuro que aspiran a ganar la 27 World Music Competition de Viena, una prestigiosa competición en la que se miden los músicos más virtuosos de todo el planeta, y cuya final se celebrará esta tarde en el Auditori i Palau de Congresos de Castelló a las 19.00 horas, convirtiendo la capital de la Plana en centro mundial del pentagrama.

Ayer tuvo lugar en el salón de actos de la Caja Rural de la Vilavella la segunda de las semifinales. Flavio Castellanos se impuso en la categoría júnior. En la sénior, Aleksandr Haskin, Elisabeth Franch, Timothy Hopkins, Dmitry Poliakov, Gustave Winkler, Jerónimo Castelló, Leonid Bahtalin, Sonia Suárez y Wanshuai Wu.

La World Music Competition arrancó en el año 1992 en Viena, con la intención de promover la música contemporánea de directores europeos como Jean-Fredéric Perrenoud, padre del actual director del festival, Boris Perrenoud. La celebración hoy de la final en Castelló pone el broche de oro del Classical Music, festival y masterclass que durante julio se ha celebrado en la Vilavella.

MÚSICOS DE GRAN PRESTIGIO // El jurado de la 27ª World Music Competition está formado por 19 músicos de gran prestigio, entre los que están profesores de la Wiener Musikakademie como Perrenoud, titular de la academia vienesa; Simón Ibáñez, de la Vilavella, director artístico de Classical Music y profesor de clarinete; Viktor Miloserdov, docente de violonchelo; batutas de otros festivales (Nareh Argamanyan o Emilio Aversano), directores de orquestas filarmónicas como Dominique Fanal, Ilmar Lapinsch, Eduard Topchjan o José María Ullà, y críticos de música como Tabor Yossi. El triunfador será recompensado con un año de representación internacional y management y promoción.