La UEFA ha decidido abrir un expediente disciplinario contra la Federación de Rusia tras los incidentes que se produjeron este sábado en el estadio Vélodrome de Marsella al término de partido Inglaterra-Rusia.

La institución organizadora la Eurocopa de Fútbol reprocha a los aficionados rusos haber protagonizado altercados en las gradas, comportamientos racistas y el lanzamiento de bengalas. También ha admitido que los seguidores de las dos selecciones no estaban bien separados en el interior del recinto y ha prometido reforzar el dispositivo de seguridad en los estadios en coordinación con las autoridades francesas.

Cuando el árbitro pitó el final del encuentro, muchos espectadores rusos dejaron sus asientos y se abalanzaron contra los ingleses que abandonaban el campo. Estos últimos se vieron obligados a correr de manera precipitada hacia las puertas de salida incluso subiéndose a las rejas. La instancia disciplinaria de de la UEFA examinará el asunto el próximo 14 de junio.

El ministro ruso de Deportes, Vitali Moutko, ha denunciado el mal comportamiento de los hinchas y antes incluso de que la UEFA decidiera abrir el expediente disciplinario había vaticinado que podrían enfrentarse a una multa. “Evidentemente, como país anfitrión de la próxima Copa del Mundo, debemos mantener una buena imagen y la gente no tiene que dañarla”, se ha lamentado. Rusia organizará el Mundial en el 2018.

El Inglaterra-Rusia estaba considerado como un partido de alto riesgo por la organización de la Eurocopa y los hooligans, mayoritariamente británicos, ya protagonizaron los primeros incidentes este jueves.

La violencia fue progresivamente en aumento hasta que este sábado las calles del Viejo Puerto de Marsella se convirtieron en el escenario de una auténtica batalla campal entre británicos, rusos y algunos aficionados franceses. Los hooligans se lanzaban entre sí una verdadera lluvia de botellas mientras las fuerzas del orden intentaban dispersarles haciendo uso de gases lacrimógenos.

31 HERIDOS Y 10 DETENIDOS

Los altercados en Marsella, que duraron hasta bien entrada la noche, se saldaron con 31 heridos. Cuatro de ellos, de nacionalidad británica, están graves y uno se encuentra en estado crítico, aunque ha logrado ser estabilizado. Además, ha habido diez detenidos de diferentes nacionalidades (ingleses, franceses, rusos, austriacos y alemanes).

También hubo trifulcas en Niza entre franceses y seguidores norirlandeses antes del partido que este domingo enfrentará a Polonia e Irlanda del Norte, incidentes que han arrojado un balance de siete heridos, uno de ellos con traumatismo craneoencefálico.

Para evitar que la violencia vuelva a empañar los encuentros deportivos, la prefectura de Policía de París ha reforzado la seguridad en el Turquía-Croacia, que se inicia a las 15.00 horas en el Parque de los Príncipes de París, con el despliegue de 1.500 policías. En las horas previas, el ambiente entre los fans de ambas selecciones era, no obstante, amistoso y festivo.

Después del Inglaterra-Rusia, el Turquía-Croacia es uno de los cinco partidos clasificados de alto riesgo por los organizadores, junto al Alemania-Polonia, el Inglaterra-País de Gales y el Ucrania-Polonia, que también se disputara en Marsella el próximo 21 de junio.

UN RIESGO PREVISTO

Además de la amenaza terrorista que pesa sobre el país, las autoridades francesas habían advertido en reiteradas ocasiones del riesgo de tumultos provocados por los hooligans. “Este riesgo se ha tenido plenamente en cuenta en la preparación de la Eurocopa 2016 igual que otras amenazas, especialmente la terrorista”, ha señalado el titular galo de Interior, Bernard Cazeneuve.

El portavoz del Ministerio, por su parte, se ha quejado de que las policías de los países extranjeros que participan en la Eurocopa no habían informado de la presencia de muchos de sus hinchas violentos en Francia.