La organización del Arenal Sound confirmó ayer lo que ya adelantó Mediterráneo: la edición de este año del festival ha sido la más multitudinaria de las nueve celebradas hasta el momento, superando la cifra de los 300.000 asistentes. En el horizonte está el décimo aniversario, que se celebrará del 30 de julio al 4 de agosto, y cuyos abonos saldrán a la venta el domingo 21 de octubre, a partir de las 12.00 horas.

Con un espectacular castillo de fuegos, lanzado durante la actuación de Steve Aoki, el macroevento de Burriana puso el cierre a seis días de música durante los cuales se han superado las marcas de asistencia del 2016 y el 2017, cuando se alcanzaron los 300.000. De entre todas las actuaciones, destacó por encima de todas la de Bad Bunny, el artista más reclamado por los sounders.

La novena edición del festival, según fuentes de la organización, ha generado un impacto de más de 40 millones de euros, en Burriana pero también en el resto de la provincia; y ha significado más de 4.500 puestos de trabajo tanto directos como indirectos.

PISCINA Y CONCIERTOS // El martes y el miércoles el protagonismo lo acaparó la piscina, donde se dio rienda suelta a la fiesta. Con la música electrónica de fondo, los asistentes estuvieron a remojo entre la playa y el pool stage para conseguir combatir el calor.

Ya el jueves comenzaron los conciertos con colaboraciones muy especiales entre El Kanka y Rozalén, el desparpajo de los británicos The Vamps y los DJs número 2 del mundo Dimitri Vegas & Like Mike, entre otros. El viernes llegaría el turno para los ritmos siempre bienvenidos en Burriana de Crystal Fighters o la elegancia total de Jess Glyne.

James Blunt fue sin duda el gran triunfador en la jornada tórrida del sábado, consiguiendo un éxito de asistencia abrumador, aunque Azealia Banks tampoco se quedó atrás descargando toda su artillería de hits. El domingo, Bad Bunny tomó Burriana.