Del 23 al 27 de enero, Castellón volverá a estar presente en Fitur, la feria de turismo más importante de España y una de las más destacadas en el panorama internacional. La provincia llega a la cita tras un 2018 en el que la cifra de visitantes fue inferior a la de los dos ejercicios anteriores --dos años, por otra parte, excepcionalmente buenos--. Retener al turista nacional y atraer a más extranjeros es el reto que se le plantea al sector para seguir siendo una referencia en un mercado cada vez más competitivo.

El primer objetivo, fidelizar al visitante español, está marcado en rojo en la agenda. No en vano, representa más del 80% de los turistas de Castellón. Dos son los principales emisores de visitantes: Madrid y la Comunitat Valenciana, seguidos por Cataluña; y tanto desde la patronal Ashotur como desde la nueva asociación hotelera Altur han insistido en la necesidad de consolidar este público, ante la enorme competencia que ejercen otros emplazamientos.

Para ello, la provincia seguirá ofertándose en la capital de España como un destino familiar. No en vano, según las cifras que maneja Turisme Comunitat Valenciana, más de la mitad de los turistas que llegaron el pasado verano a Castellón lo hizo con pareja e hijos, mientras que el 27% vino en pareja. Es decir, un perfil alejado de otros puntos turísticos cercanos como, por ejemplo, Reus o Gandia, más enfocados a la oferta de ocio.

En este sentido, lograr que el AVE se convierta en un medio de transporte de peso a nivel turístico es todavía una asignatura pendiente. Y es que la alta velocidad ha tenido hasta ahora una importancia residual, si bien es cierto que las obras del tercer carril no ayudaron demasiado.

Nuevas rutas

El otro gran reto que se plantea el sector turístico es incrementar la llegada de extranjeros. A ello puede ayudar, por ejemplo, la inau-

guración en abril de dos nuevas rutas en el aeropuerto, que enlazarán Castellón con Bucarest y con Colonia. Aerocas, además, tiene pendiente concretar otros dos destinos. En principio, lo hará en los próximos meses.

Pero hay otros elementos que juegan en contra, según explican desde el sector. Y es la recuperación de destinos como Turquía o Túnez, que tras años de bajadas por atentados e inestabilidad, han recuperado brío. Es decir, que la provincia tenía turistas prestados que, una vez se ha recuperado la calma, volverán a su lugar de vacaciones.

El visitante extranjero más numeroso es el que llega de Francia --pese al bajón del año pasado--, seguido a mucha distancia de los ingleses. La presencia de visitantes de otros continentes es, por ahora, casi anecdótica.

Desde el extranjero pueden contribuir, además, a alcanzar una cierta desestacionalización de la actividad turística en la provincia, otro de los retos de los empresarios pero que, reconocen, no es fácil de conseguir. Para traer visitantes más allá del verano, desde el sector hay varias propuestas encima de la mesa, como negociar una mejor propuesta con el Imserso --más rentable para los hoteleros-- o fomentar el turismo deportivo.