El reclamo turístico por excelencia de la Vall d’Uixó ha sufrido una transformación sin precedentes en el último año. Recientemente se conmemoró el 65º aniversario de la apertura de les Coves de Sant Josep a los visitantes y de las primeras expediciones espeleológicas y, desde entonces, esta conocida cavidad, la que surca el río subterráneo navegable más largo de Europa, ha ofrecido a los visitantes el mismo decorado, el mismo relato. Lo cierto es que eso no ha cambiado, pero sí la forma en la que se percibe la grandiosidad de todo ese mundo desconocido que se abre paso bajo nuestros pies.

Y la transformación ha llegado, curiosamente, de la mano de la luz. Ahora se cumplirá prácticamente un año desde que les Coves reabrieron sus puertas tras la sustitución de su iluminación interior y quienes ya han tenido la oportunidad de volver a surcar sus aguas no lo dudan: la luz, ese invitado inesperado entre las tinieblas de una gruta subterránea, ha logrado realzar y magnificar todos sus detalles.

El río. El agua es ahora más protagonista que nunca. El paso por las diferentes salas ha ganado en contraste, y por lo tanto ha ayudado a realzar los detalles respetando al máximo la naturaleza del entorno natural que se va a conocer una cueva que, de no ser por la intervención del hombre, viviría en absoluta oscuridad. Esa ha sido la pretensión del nuevo proyecto de iluminación, lograr lo que podría parecer un imposible. Solo visitando les Coves, navegando a través del curso de un río milenario, se puede interiorizar ese contraste que llega a hacerte sentir un intruso en medio de la oquedad, un ser privilegiado.

Como privilegiados se sienten quienes han podido en los últimos años participar de dos de los programas complementarios y exclusivos que se han implantado en el que, por méritos propios, se ha convertido en el segundo destino turístico de la provincia de Castellón: el ‘Singin’in the Cave’ y el espeleokayak.

Conciertos. La apuesta que se realizó en su momento no era sencilla: organizar conciertos en acústico en medio del río subterráneo, con los intérpretes y el público sobre las barcas. Hoy, varias temporadas y muchas actuaciones después, los unos y los otros coinciden en lo mismo: único e indescriptible. Voces acostumbradas a actuar en grandes salas ante cientos de personas, resuenan entre las paredes de piedra, se deslizan sobre el agua con una sonoridad que no se puede lograr en ningún otro lugar. Razón principal por la que varias publicaciones especializadas lo han calificado como un cartel musical indispensable.

De manera similar se planteó la organiación de visitas para los más aventureros, para los que no se conforman con lo fácil, con lo accesible. El espeleokayak nació a partir de las últimas expediciones organizadas para descubrir hasta dónde llega el río subterráneo que traza desde tiempos inmemoriales esta gruta, cuál es su origen. Todos coincidieron en que les Coves podían ofrecer más.

En grupos reducidos y con un calendario que, lógicamente, no puede coincidir con el de la apertura convencional y las visitas navegables, se organizan incursiones en kayak, con equipamiento adecuado y guías especializados, que hacen posible, incluso, sumergirse en las aguas que sustancian la razón de ser de este recurso turístico castellonense.

De este modo, son muchas las condiciones que han cambiado para hacer que cualquier visita a Castellón lleve agendado un alto en la Vall d’Uixó, puesto que el hecho de que esta maravilla natural esté escondida bajo tierra es una razón más para tener que conocerla.