Del 5 al 7 de septiembre el mundo descubrirá a la hora de la sobremesa una de las tierras más emocionantes del Mediterráneo”. Así destacó ayer el presidente de la Diputación, Javier Moliner, el impacto que para el turismo provincial tendrá la celebración de dos etapas de La Vuelta a España, “el mejor escaparate internacional” y que será seguida por 400 millones de espectadores.

En la presentación en Fitur, Moliner incidió en que las dos jornadas, que atravesarán 23 localidades castellonenses, permitirán “mostrar al mundo el auténtico Castellón, el de montañas y playas, patrimonio, deporte y ocio”. Y es que permitirá mostrar “el mejor ciclismo”, sobre todo con el final del Mas de la Costa de Llucena, “la estrella de la Vuelta 2016”, dijo. Pero a la vez el objetivo de la Diputación “es que los espectadores conozcan también el Castellón menos conocido, nuestro interior, nuestros ancestrales caminos y nuestras tradiciones”, además de los “300 días de sol al año y 20 grados de temperatura media” de la provincia, destacó.

En la presentación, celebrada en el estand de la Comunitat ante periodistas, turoperadores y profesionales del sector, y en la que también participó la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, y el director de la Vuelta, Javier Guillén, este agradeció la iniciativa de Moliner “por hacer realidad estas dos etapas y apostar por el ciclismo como medio de promoción internacional”. Respecto al Alto del Mas de la Costa, donde acaba la etapa de Llucena, Guillén resaltó que “se trata de un final épico” con “uno de los tres puertos más duros de España”.

El dirigente provincial destacó que la primera etapa transcurrirá por un recorrido “cargado de historia, misticismo y leyendas medievales”, mientras en la segunda, “tras la jornada de descanso en nuestros hoteles”, los ciclistas acabarán en “un enclave único de Camins del Penyagolosa”. H