Ha ganado en tres ocasiones con tres coches diferentes. Nadie disfruta de la marca de Fernando Alonso en el circuito de Sepang, la primera de las obras de la moderna F-1 del arquitecto Herman Tilke, que esta temporada se despide del calendario tras 16 años. Sus rápidas enlazadas y la anchura media hacen posible varias trazadas, y más si la lluvia hace acto de aparición. Con esos ingredientes, Fernando Alonso ha logrado hoy ogró la tercera posición sobre asfalto mojado en la primera sesión, y la quinta, con asfalto seco, su mejor viernes en las tres temporadas del matrimonio de McLaren Honda que se romperá a finales de esta temporada.

La sesión de la mañana estuvo pasada por agua, y los comisarios retrasaron el inicio de la manga la dejaron en solo una hora. Como siempre que la lluvia hace su aparición, los Red Bull sacan a relucir la enorme capacidad para generar carga aerodinámica de su chasis. Máx Verstappen logró el mejor crono de la sesión por delante de su compañero Daniel Ricciardo. Y justo por detrás de los Red Bull, un magnífico Fernando Alonso colocó su McLaren Honda en la tercera plaza de la tabla de tiempos, seguido por los dos Ferrari y Lewis Hamilton.

Averia en el Toro Rosso de Sainz

Una gran vuelta colocó a Alonso quinto en la segunda sesión por delante de Hamilton y Bottas antes de que los equipos se centraran en probar el ritmo de carrera. Peor le iba al otro español, Carlos Sainz, que tuvo que bajarse del Toro Rosso a falta de 25 minutos con solo 19 vueltas tras una pérdida repentina de potencia. Acabó decimosexto. Los Ferrari dominaron esta segunda manga que finalizó antes de tiempo. Poco después, al pasar por el piano de la penúltima curva, una rejilla reventó el neumático del Haas de Grosjean, que se estrelló contra las protecciones, provocando la aparición de la bandera roja. Las imágenes de televisión mostraron que el paso de Bottas y Raikkonen había levantado esa alcantarilla que luego provocó el accidente de Grosjean.