Es un circuito urbano, pero en el nuevo trazado de Bakú se sobrepasarán este fin de semana los 340 kilómetros por hora entre muros con poca o nulas escapatorias. La capital de Azerbaiyán acoge este fin de semana el Gran Premio de Europa para proyectar al mundo una ciudad tan rica como poco conocida en occidente. Sigue el ejemplo de algunos países árabes de diversificar la inversión que procede de los ingresos por el petróleo. Entre rascacielos como el del Hotel Hilton, que acoge la sala de prensa, y zonas del casco histórico como la curva ocho donde los F-1 apenas disponen de siete metros de anchura de pista -el más estrecho del Mundial- discurre el último negocio de Bernie Ecclestone. Un trazado que no favorece las características del Toro Rosso de Carlos Sainz, ni mucho menos del McLaren de Fernando Alonso, pero que sí podría propiciar la primera victoria de Ferrariesta temporada.

CRECIMIENTO IMPRESIONANTE

25 años después de lograr su independencia de la URSS, Bakú apura la construcción de una metrópolis al ritmo de 30 rascacielos al año. Invierten cinco billones de euros al año procedentes del petróleo, porque esta fue la primera zona productora de petróleo del mundo desde comienzos de siglo. El gobierno ha firmado la organización del Gran Premio de Europa para los próximos 10 años alrededor de un trazado urbano rodeado de edificios que en ocasiones recuerdan a Abu Dabi y en otras a ciudades milenarias de Europa occidental.

"La ciudad ha sido una sorpresa para todos: la seguridad que hay, la mezcla de antiguo y moderno y el clima, después de estar en Canadá a 10º y pasar muchísimo frío, estamos encantados. Estoy ansioso por subirme ya al coche y dar las primeras vueltas con esta recta tan larga y ver como es conducir aquí. Hay mucho sol, mucho calor, mucho viento y esa va a ser la tónica de todo el fin de semana”, explica Fernando Alonso.

AHORRAR GASOLINA

"Aquí será otra carrera parecida (a Montreal), tendremos un fin de semana en teoría complicado, con largas rectas donde seguramente perderemos un poco de tiempo. Salvar gasolina será también la tónica aquí, no sólo para nosotros, para todo el mundo. Hay que ver cómo se comportan los neumáticos con este calor y esta temperatura de asfalto por encima de los 50 grados. Habrá también bastante degradación, así que habrá muchas incógnitas que resolver, pero con muchas ganas de descubrir un circuito nuevo. Siempre que llegas a un circuito nuevo es una buena motivación", añade el bicampeón del mundo.

"Todos estamos hablando y temiendo a la recta, dos kilómetros de recta, es algo único y también la zona estrecha, la zona de la muralla, es una zona ciega, con bastante pendiente y en muchos puntos no veremos nada más que el cielo. Va a ser un desafío y eso es algo bonito. Con la recta no hay mucho que hacer, sólo nos queda rezar. Estamos dispuestos a ceder tiempo ahí. Nuestro tercer sector será bastante pobre en cuanto a competitividad e intentaremos recuperar en el resto del circuito e intentar descargar el alerón trasero y tener menos agarre para ir un poco más rápido en la recta, pero aun así, creo que vamos a perder bastante tiempo".

LA ESCASA POTENCIA DEL TORO ROSSO

Carlos Sainz es de la misma opinión. "Con esa larguísima recta nosotros, con el motor del 2015, perderemos entre un segundo y un segundo y medio con los coches de motor Mercedes. Veremos lo que podemos recuperar en el resto de las zonas del circuito, pero no será fácil". Tras entrenar en el simulador y recorrer el circuito a pie con sus ingenieros, Sainz reveló que "las sensaciones fueron buenas, es diferente. No sé si será divertido, pero sí diferente que es lo que creo que la F-1 necesita ahora. Estos nuevos circuitos como el de Rusia a los pilotos nos han gustado mucho. Se pueden crear carreras bonitas con rebufos y adelantamientos. La elección de los neumáticos de Pirelli ha sido un poco conservadora, algo comprensible porque el circuito es nuevo, pero todo va a ayudar para hacerla entretenida". Pero Sainz también ha detectado deficiencias de seguridad.

Respecto a la curva ocho que discurre entre el casco histórico, "será bonito, recuerda un poco a Eau Rouge (Spa, Bélgica), es bueno tener desniveles y las paredes cerca, pero también hay sitios donde falta escapatoria. En la frenada de la curva 3 sólo hay 15 metros de margen y llegamos a 320, o sea, que si algo pasa nos la pegamos. Hay que ver mañana si hablamos con dirección de carrera y cambiamos algo porque está bastante en el límite".