La carrera clave de la temporada ha sido ganada por el mejor piloto del año, el alemán Nico Rosberg (Mercedes), de 31 años. El gran premio que iba a decidir el rumbo, el destino, de las últimas cuatro carreras del año ha sido ganado por el mismo que se había impuesto en ocho de las 16 citas anteriores, el hijo del campeón (1982) Keke Rosberg, que verá como, muy pronto, su hijo le iguala en el palmarés.

En realidad, no hubo carrera. Un inmenso error del británico Lewis Hamilton (Mercedes) en la salida dejó la victoria en manos de Rosberg, que, con 313 puntos en su cuenta, ya solo tiene que ser segundo en los últimos cuatro grandes premios del Mundial-2016 (Austin, México, Brasil y Abu Dabi) para arrebatarle el título a Hamilton, igualar a su padre Keke y convertirse, ¡por fin!, en flamante campeón del mundo. Suzuka, por su parte, descartó ya en la lucha por el título al resto de la parrilla, quedando únicamente con posibilidades de ser campeones los dos pilotos de Mercedes.

HORRIBLE SALIDA DE HAMILTON

Después de que Hamilton casi quemase su embrague en la salida, quedándose clavado y permitiendo que, en la misma parrilla, le pasasen Max Verstappen, Daniel Ricciardo, ‘Checo’ Pérez, Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen, Rosberg tomó la delantera y volvió a hacer, durante 53 vueltas, una auténtica exhibición de regularidad, control de los neumáticos y sabio pilotaje.

El alemán, que consiguió la victoria nº 23 de su carrera, su podio nº 53 y su noveno triunfo del año (Australia, Baréin, China, Rusia, Europa, Bélgica, Italia, Singapur y Japón), tendría suficiente con ser segundo en Austin, México, Brasil y Abu Dabi para proclamarse campeón con 385 puntos, a los que no podría llegar Hamilton ni siquiera ganando las próximas y últimas cuatro carreras, pues el actual campeón solo alcanzaría los 380 puntos.

MERCEDES, YA CAMPEÓN

La prueba de Suzuka arrancó con el tremendo error de Hamilton, que pidió disculpas por radio a los suyos tras pasar octavo en la primera vuelta, y concluyó con la felicitación mutua entre el ‘team’ Mercedes y Rosberg, que devolvió el saludo a su escudería “porque ya hemos conseguido el título de constructores”. En efecto, el noveno triunfo de Rosberg concede a Mercedes, por tercer año consecutivo, el prestigioso título de constructores, el más importante para los equipos participantes en el Mundial de F-1, en casa, precisamente, de Honda.

El resto de la carrera fue una extraordinaria actuación del jovencísimo holandés Max Verstappel (Red Bull-Renault), que, de nuevo, demostró ser el futuro campeón del mundo, el joven más brillante de las últimas décadas y el muchacho que soportó la presión de todo un campeonísimo como Hamilton, que, pese a su tremenda remontada (del puesto 8º al 3º), no pudo superar a Verstappen, que, en la última vuelta, forzó la salida del inglés en la ‘chicane’ de Suzuka cuando el campeón trataba, a la desesperada, de superar al futuro ídolo mundial.

ALONSO Y SAINZ, FATAL

Discretísima carrera de los Ferrari (Vettel fue cuarto y Raikkonen, quinto) y aún más discreto gran premio de los españoles Fernando Alonso (McLaren-Honda), que acabó 16º y Carlos Sainz (Toro Rosso-Ferrari), que terminó justo detrás de su ‘maestro’ y amigo, en el puesto 17º.

Mundial de pilotos: 1. Nico Rosberg (Alemania), 313 puntos; 2. Lewis Hamilton (GB), 280 puntos; 3. Daniel Ricciardo (Australia), 212 puntos; 4. Kimi Raikkonen (Finlandia), 170 puntos y 5. Max Verstappen (Holanda), 165.

Mundial de constructores: 1. Mercedes (campeón), 593 puntos; 2. Red Bull-Renault, 385 puntos y 3. Ferrari, 335 puntos.