La provincia de Castellón presenta su rico patrimonio gastronómico como uno de los alicientes más interesantes de la oferta turística. La apuesta por el proyecto Castelló Ruta de Sabor de la Diputación es la muestra de esta riqueza que se quiere trasladar a los visitantes de esta tierra.

Con la realización de las IV Jornadas Gastronómicas del Aceite y los Frutos Secos, ocho municipios del Alt y el Baix Maestrat y 11 restaurantes presentan numerosos platos y recetas, en las que es parte fundamental la tradición culinaria basada en estos elementos tan importantes dentro de la gastronomía mediterránea y de estas comarcas de la provincia.

El evento se celebrará hasta el 16 de diciembre y las poblaciones participantes en el mismo son Càlig, Cervera del Maestre, Culla, les Coves de Vinromà, Sant Jordi, Rossell, Sant Mateu y Xert.

Símbolo mediterráneo // El aceite, símbolo por excelencia de la dieta mediterránea, tiene en la provincia uno de sus santuarios y su cultivo, junto con el de los frutos secos, cuenta con una larga tradición en estos municipios. Ello forma la sólida base sobre la que se sostiene estas jornadas que harán las delicias de los aficionados a la buena mesa.

Los menús que presentan los restaurantes tienen unos precios de entre 20 y 30 euros y en ellos se pueden degustar platos tanto tradicionales como recetas innovadoras que preparan los restauradores de estos municipios.

En las jornadas se pueden degustar estupendas recetas, como crema de almendra marcona y salmón; suprema de abadejo confitado con aceite de la Cooperativa Cervol; costillas de cabrito con ajos tiernos con fideos de almendra; carrillada de ternera al vino tinto y boletus confitados en aceite de Óleo Cantal de la Cooperativa Agrícola San Isidro de Sant Jordi y parmentier con nueces; o también solomillo a la brasa con praliné de avellanas.

Además, entre los ricos postres destacan la tarta Tatín y crocante de almendra; los bombones de castaña y frutos secos; el helado de aceite de oliva y azafrán, con galleta de almendra, membrillo casero y avellanas; el pastel con almendras; y el bizcocho ligero de aceitunas y aceite de oliva virgen de los olivos milenarios del Maestrat, crema de mandarina y crujiente de pistacho.

La mayoría de estos menús se acompañan de vinos de Castellón que maridan perfectamente con los platos que los componen.

Rico patrimonio // Además de degustar la buena gastronomía que ofrecen estas jornadas, las mismas proporcionan la oportunidad de conocer el rico patrimonio histórico y natural de los ocho municipios participantes, pasear por sus calles, realizar compras de productos típicos de los mismos e imbuirse del ambiente acogedor de los mismos. Los comensales pueden disfrutar de una experiencia total.