En el mar se encuentran casi todos los alimentos necesarios para la vida humana, como confirmaba Julio Verne en sus 20.000 leguas de viaje submarino. Las algas, verduras del mar, pasan desapercibidas para la mayoría debido al desconocimiento sobre este interesante alimento en nuestro país.

Desde la antigüedad, el ser humano utiliza las algas y aprecia sus bondades porque es una verdura acuática, sana, sabrosa y nutritiva. De hecho, por su diversidad y cualidades, las algas son utilizadas en alimentación, agricultura, cosmética y medicina.

Viven en medios acuáticos, mares y océanos, y es ahí donde se pueden encontrar la mayoría de algas comestibles, pero también las hay comestibles en los ríos, lagos y otros lugares de agua dulce, ya que siempre necesitan luz solar para poder desarrollarse.

Hay muchos tipos de algas: de láminas, cintas, cilindros, filamentos y arbustos, y de muchos colores: verdes, rojas, pardas y verde-azuladas. Su uso es muy habitual en la industria alimentaria. Los extractos de algas (E-400 y E-405) son utilizados como espesantes en la elaboración de yogures o mermeladas.

Necesidades diarias

Desde el punto de vista nutricional son ricas en vitaminas y minerales, mucho más que algunos alimentos de nuestra dieta tradicional. Tienen minerales como calcio, magnesio, hierro, fósforo, potasio o yodo, que están en cantidad suficiente para poder cubrir las necesidades diarias.

Aportan vitamina A, C y del grupo B, muy escasas y necesarias hoy en día. Tienen un alto valor proteico recomendable para vegetarianos y son ricas en fibra y saciantes, por lo que son ideales para adelgazar.

Asimismo, a la hora de cocinar, las algas son muy buenas en potajes, guisos marineros, revueltos, croquetas y salsas.