La alubia del confit o peladilla es una variedad de legumbre que se desarrolla en toda la zona oriental de España, aunque actualmente su producción es muy escasa. No obstante, hace unos 40 años su cultivo era habitual en el Alto Palancia y hasta hace un par de décadas esta legumbre se podía saborear en la mayoría de los restaurantes de Viver y comprar con mucha facilidad.

Este alimento es ingrediente principal de la sopa de Santo, un guiso de arroz con ajos tiernos, bacalao y la alubia confit, que se cocina el día de San Francisco de Paula, patrón de la localidad.

Gracias a la iniciativa de la Cooperativa Agrícola de Viver y del compromiso de sus socios, este producto tan arraigado en su pueblo se ha recuperado. Es la segunda campaña que comercializan este tipo de judía seca, con una producción que supera escasamente los 1.000 kilos. Se venden en unos originales paquetes, de 500 gr o 2 kilos, en el Mercat Central de Castellón, en la cooperativa y en las tiendas que están asociadas.

Características // La alubia del confit mide entre 2 y 2,5 centímetros de largo, y su ancho es de 1,5 cm. Su piel es muy fina, de agradable y delicada textura y el sabor es tan suave que invita a seguir comiendo a partir de la primera cucharada.

La plantación se realiza en julio, mientras la es en noviembre. Para crecer necesita un poco de fresco y elevada humedad. Una vez desarrolladas se dejan secar en la planta para luego recolectar, después se extienden para terminar de secar y limpiar.

Para cocinarla hay que dejarla en remojo en torno a 24 horas, hasta que duplique o triplique su tamaño. Es muy versátil a la hora de cocinar pescados, mariscos, embutidos y verduras, resulta deliciosa en ensalada, puré o para elaborar un paté vegetal y es una buena compañera de la trufa.