La provincia de Castellón es un referente internacional por la calidad de sus cítricos, pero, sin duda, la embajadora de nuestra citricultura es una clementina con los apellidos del pueblo que la vio nacer. Estos días en Nules se celebra la Festa de la Clemenules, dedicada a esta fruta que se recolecta en los huertos de diferentes pueblos de nuestras comarcas.

La clementina de Nules o nulesina se originó en la localidad en el año 1958, de una mutación espontánea de una planta de clementina fina. Esta joya gastronómica de color naranja intenso es muy apreciada por todo tipo de consumidores y se pela con gran facilidad. Su pulpa es jugosa y tierna, con una gran cantidad de zumo de sabor delicado y dulce, y con un buen equilibrio de azúcares y ácidos, cuando está en su punto óptimo de maduración. La mejor época para degustarla es desde noviembre a febrero.

El aroma de la clemenules es potente, delicado y capaz de perfumar, y dar sabor a una gran variedad de elaboraciones culinarias, tanto dulces como saladas. Su zumo y pulpa son utilizados en la preparación de bebidas, helados, repostería, varios postres, destilados y alta coctelería.

Particularidades

Nutricionalmente, el mayor componente es el agua y es poco calórica. Es rica en fibra, que se encuentra en la parte blanca entre la piel y la pulpa. Así como también en vitamina C, contiene acido fólico y provitamia A más abundante que en cualquier otro cítrico y algunas vitaminas del grupo B. Son ricas en potasio, magnesio, calcio y ácido cítrico.

Actualmente, los mercados de la provincia se llenan de miles de kilos de este sano manjar. La toma regular de clemenules ayuda a prevenir resfriados, por lo que es un buen remedio creado por la sabia naturaleza en los huertos de la provincia de Castellón.