Para suavizar la cebolla que se acompaña en ensaladas el truco radica en ponerla, una vez pelada y cortada en juliana (o también en otras formas), en un cuenco con agua fría. Dejar reposar durante unos 20/30 minutos, mientras se preparan el resto de ingredientes de la ensalada, después se enjuaga y se escurre bien y está lista para que no tenga un sabor tan fuerte.