La unión hace la fuerza, al menos eso reza la popular frase. Un concepto que vertebra la idiosincrasia de Confecomerç, la principal organización empresarial del comercio del territorio autonómico valenciano.

Su leitmotiv fundacional, erigido bajo el principio de que «juntos somos más comercio», se plasma en su estrategia de trabajo, pues abogan por la representatividad, la interlocución y la proyección del tejido comercial valenciano, que supone hasta el 12 % del PIB autonómico. Un sector que cuenta con más de 300.000 trabajadores en València, Alicante y Castelló y que, además, posee un volumen de negocio que genera en torno a 22.000 millones de euros anuales. De este modo, Confecomerç surge como resultado de la unión de dos grandes confederaciones, Cecoval y Covaco, con el propósito de estructurar de forma transversal un sector que constituye uno de los principales motores de la economía valenciana. Para ello, asociacionismo y participación son claves para el fomento de un comercio altamente competitivo. Estas acciones de desarrollo han dado como resultado la materialización de múltiples demandas de ajuste y mejora -como el rechazo al controvertido «semáforo del coronavirus», por ejemplo-, así como de iniciativas. Algunas de las más recientes son la campaña «Un futuro menos black», el pasado mes de noviembre, o «El Nadal és valencià», junto a la Generalitat Valenciana.

Modelos socioeconómicos

En Confecomerç defienden la cohesión como valor inherente para la defensa del comercio. Según detallan desde la confederación, la cooperación, el diálogo y el consenso son aspectos relevantes en la promoción de los intereses del sector, «fomentando la competitividad de todos nuestros comercios de norte a sur de la Comunitat Valenciana».

Para acometer tan ambicioso precepto, la entidad se especializa en la defensa del comercio autonómico a nivel nacional, en la interlocución institucional mediante la portavocía y el comercio competitivo, apostando por la digitalización como herramienta de expansión. Además, también ejerce labores de formación para pymes, micropymes y autónomos. Su labor se centra, en este sentido, en la revisión de modelos de trabajo y gestión, así como en la colaboración y asesoramiento permanente en cuestiones relativas a los cambios socioeconómicos.