Para descongelar el pescado de forma correcta hay que sumergirlo en agua fría con 3 ó 4 cucharadas de sal durante una hora, con el fin de que el producto conserve todo su sabor. También se puede descongelar sumergiéndolo en leche. Por otro lado, para quitarle la piel al pescado la técnica más sencilla es frotar el producto en cuestión, ligeramente, siempre con sal gorda.