El gallo o gallo del norte es un pez plano que se caracteriza por tener los ojos en el lado izquierdo del cuerpo. Vive en las aguas del Mediterráneo occidental, Atlántico nororiental o en el mar del Norte. Habita a profundidades de entre 100 y 400 metros. También se le conoce como rodaballo de cristal, ya que apenas posee color y su carne es translúcida, casi transparente. Se trata de un pescado blanco de muy bajo contenido graso (100 gramos de porción contienen menos de 2 gramos de grasa) y si se cocina a la plancha o al horno resulta ideal para las dietas hipocalóricas.

El gallo común se puede comprar habitualmente entero y fresco en los mercados municipales de la provincia de Castellón. Otra especie habitual es el gallo moteado, que se diferencia por las cuatro manchas oscuras que posee y por ser menor. Existen peces parecidos al gallo, pero no son iguales, como las peludas. Representa una de las especies más importantes dentro del mercado de pescado fresco y su precio es asequible para el consumidor.

Cómo cocinarlo

Se puede cocinar del mismo modo que el lenguado, aunque tiene menos sabor. Es posible preparar un plato de gallo guisado o en caldereta junto con otras especies de pescado, como lenguado, bacalao o merluza, pero siempre con mucho cuidado a la hora de manipularlo, dada la fragilidad de su carne. También puede asarse al horno entero junto con unas verduras o unos ajos y perejil picado, o cocinarlo en filetes tanto a la plancha como al horno, rebozados o empanados.

Los filetes de gallo resultan exquisitos si se acompañan con unas gambas o si se sirven junto a una guarnición de calamares o unas espinacas. Del gallo se pueden sacar los filetes y el resto puede aprovecharse para la elaboración de caldos y sopas.