Este helado es un final ideal para una comida muy especiada, ya que es muy digestivo y, a su vez, refrescante, por lo que es ideal para el verano.

INGREDIENTES (4 personas): 120 ml de leche entera, 50 g de azúcar, 6 huevos, 1/4 de esencia de menta, azúcar glass, 120 ml de nata y menta fresca.

ELABORACIÓN: En primer lugar, calentar la leche y verter la nata. Remover todo a fuego medio hasta que hierva y luego retirar del fuego. Con una batidora eléctrica o usando la varilla, batir los 6 huevos junto al azúcar glass hasta obtener una mezcla espesa. Luego añadir al recipiente con la leche y la nata previamente calentado. Tritura la menta fresca con la batidora, mientras más hojas agregues más intenso será el sabor. Une estas hojas al resto de los ingredientes, enciende el fuego en potencia media y calienta la mezcla durante cerca de 5 minutos, revolviendo con frecuencia. Retirar del fuego y dejar enfriar hasta la temperatura ambiente. Finalmente, introducir el recipiente en el congelador durante unos 30 minutos. Sacarlo para removerlo y volverlo a introducir hasta que esté congelado y listo para servir.