Como buenos castellonenses y habitantes de la Comunidad Valenciana, sabemos de sobra que el verano no empieza hasta que llega el día en que te sientas con tus seres queridos en cualquier terracita al sol y pides un vaso de horchata de chufa bien fresquito. Seguro que a estas alturas, más de uno o una habrá perdido la cuenta de las horchatas que se ha tomado, ya sea sola sin aderezos, con canela y limón, con granizado de café o con unos cuantos fartones, que para muchos son su pareja ideal.

Históricamente, la chufa, el pequeño tubérculo que supone la base de nuestra horchata, tiene su origen en la región de Chuf, perteneciente al país africano de Sudán del Norte. Sin embargo, debido a las migraciones, los agricultores árabes trasladaron sus campos de cultivo de chufa hasta el municipio valenciano de Alboraya, pues se dieron cuenta de que las condiciones climáticas y geográficas de la zona eran idóneas para su cultivo.

La horchata es una bebida ideal para combatir el calor, pero no debemos olvidar que desde su llegada a la península ha sido considerada como una fuente rica en nutrientes y vitaminas beneficiosas para el organismo debido a su alto contenido en almidón y aminoácidos. Además, es rica en minerales como el fósforo, el calcio o el hierro, todos ellos saludables y necesarios para el buen desarrollo del cuerpo humano.

Y es que como dijo en su día el rey Jaime I cuando la probó de las manos de la joven doncella, “Açò és or, xata!”.

A continuación, podéis conocer todos los ingredientes y los pasos que se necesitan para elaborar la auténtica horchata de chufa.

INGREDIENTES:

Para preparar un litro de horchata, aproximadamente, se necesitarán 200 gramos de chufas, un litro de agua mineral y 250 gramos de azúcar.

PREPARACIÓN: Después de haber lavado bien las chufas cambiando el agua varias veces, dejarlas a remojo en agua durante 12 horas. Pasado este tiempo se vuelven a lavar de nuevo, se escurren y se machacan en la batidora eléctrica, para que queden bien picadas. A continuación, agregar el agua, mezclarlo bien y pasarlo por un colador muy fino añadiendo el azúcar. Cuando se haya disuelto, volverlo a colar y dejarlo en el frigorífico para que se enfríe lo suficiente y coja cuerpo. Si nos gusta menos dulce, le podemos poner 50 gramos menos de azúcar. Hay que consumirla en el plazo de 34 horas porque se estropea con facilidad.

Porque cualquier momento es bueno para explorar nuestras dotes culinarias y disfrutar de un tentempié tan refrescante como la horchata de chufa.