La mona de Pascua artesana es ilusión, es tradición y ¡está deliciosa! Y precisamente eso es lo que aprenden estos días más de 200 alumnos del colegio público Juan G. Ripollés gracias a la invitación de la Asociación Provincial de Panadería y Pastelería de Castellón, que abre un año más sus puertas a las escuelas para que los más pequeños aprendan los beneficios de consumir dulces totalmente artesanos y compartan las tradiciones con los panaderos de la provincia.

La directora del centro escolar, Emilia Martínez, explica que el año pasado el colegio ya participó en esta actividad “y nos pareció tan interesante que hemos repetido”. El objetivo es “trabajar con los niños la Pascua y la tradición de la mona y a través de este taller los escolares aprenden mientras se lo pasan en grande”, afirma.

El presidente de Apancas, Cipriano Cortes, explica que con esta iniciativa de la asociación provincial los niños “ven cómo los panaderos artesanos trabajamos con ingredientes totalmente naturales y saludables, y cómo trabajamos la masa de forma manual para que aprecien la importancia de comer un dulce artesano. Además, como ellos mismos elaboran sus propias monas y participan directamente en todo el proceso de preparación, se muestran muy receptivos a lo largo de toda la sesión y disfrutan imitando el oficio artesano de panaderos, además de desarrollar su creatividad a la hora de formar y decorar la mona de Pascua”.

Cipriano Cortés recuerda que los panaderos artesanos integrados en Apancas ya están plenamente inmersos estos días en la preparación de las monas de panquemao con huevo o rellenas de crema, chocolate, boniato, cabello así como de los tradicionales huevos de Pascua. “Unos productos que en las panaderías artesanas se diferencian por su calidad y que animamos a todos los castellonenses a consumir en estos días”.