En esta provincia el cultivo del melón es habitual en zonas próximas a la costa y especialmente en los marjales de poblaciones como Moncofa, Xilxes, la Llosa, Almenara, Torreblanca, Alcalà de Xivert y Benicarló. España es el principal país europeo en producción de esta excelente fruta. Se cultivan melones en Almería, Murcia, Cuenca, Ciudad Real y Madrid, destacando la fama que tienen los de Villaconejos, aunque en los últimos años el cultivo se ha visto muy mermado por la desaparición de la superficie agrícola en esta zona.

Las variedades más demandadas en el mercado nacional son: el llamado Piel de sapo, de pulpa amarillenta compacta y crujiente, sabor dulce, refrescante y muy aromático; el Tendral, una clase tardía que resulta ideal para comer en invierno; el Cantaloup, una variedad de pulpa naranja, muy aromático y dulce, que se está haciendo un hueco en el mercado al igual que el melón Galia, muy aromático, de pulpa blanca verdosa y de textura blanda.

Esta fruta es bastante económica cuando se adquiere en temporada, en verano, aunque la podemos comprar en nuestros mercados durante todo el año.

Los melones contienen un 90% de agua, tienen entre 30 y 60 calorías por 100 gramos de fruta, dependiendo de la variedad y el punto de maduración. Su consumo es muy recomendado en dietas especificas para adelgazar.

Elección

Para elegir un melón, o sandía, en su punto justo de maduración tenemos que examinar la parte que toca el suelo. Si tiene un tono amarillo y la piel cede un poco, lo podemos comprar. Además, podemos dar unos toques en la piel. Si suena hueco está maduro; si no suena puede estar pasado para comerlo.

Utilizado como ingrediente para la elaboración en gran variedad de platos dulces y salados se puede degustar de innumerables formas; solo, como aperitivo, como entrante o en forma de postre. También se puede comer en forma de compota, en su propio jugo, en almíbar o acompañado de embutidos, como el tan clásico melón con jamón.