Miguel Barrera, una de las voces más experimentadas del panorama gastronómico castellonense al contar con una estrella Michelin en su restaurante Cal Paradís (Vall d’Alba), ha querido compartir una reflexión sobre la situación que atraviesa la hostelería en estos tiempos de coronavirus. Barrera, además de ser conocido por haber sido embajador de la cocina española en países como Corea del Sur, Singapur e India, mostró recientemente su apoyo a la Diputación de Castellón para potenciar la marca ‘Castelló Ruta de Sabor’, en el que la gastronomía autóctona de la provincia es un gran reclamo para el turismo.

La reflexión del chef es la siguiente:

Carta de un cocinero

He caminado por las calles de mi Castellón querido y estaban tristes, las personas caminaban sin parar, había un silencio inusual. Es que los bares, tabernas y restaurantes estaban cerrados.

La hostelería está arraigada a nuestra cultura, desayunamos, comemos, nos reunimos en estas casas de todos y sin ellas estamos tristes. No, no buscaremos culpables porque sinceramente pienso que no hay, pero sí pensaremos en soluciones y algo también depende de nosotros para volver a la normalidad más pronto que tarde. Y si alguien tiene potestad para ayudar que lo haga, los necesitamos

Nací entre fogones y no sé vivir sin ellos, por favor, que me devuelvan lo mío, lo necesito"