La Navidad es la mejor época para visitar los mercados municipales de Castellón. Aficionados a la buena mesa, hosteleros y curiosos con inquietudes gastronómicas no pueden faltar a esta cita. Las paradas se llenan de luz y color con productos especiales, tanto de cercanía como de ultramar, todo se vuelve más apetecible.

Una gran variedad de marisco y pescado, de las lonjas de la provincia y de otros de mares más lejanos, de pesca extractiva o acuicultura, frescos, congelados o en salazón están presentes estos días. Los más buscados son las doradas, besugos, lubinas, rodaballos, salmones y mariscos como gambas rojas, carabineros, centollos, percebes, nécoras, bueyes de mar, navajas, almejas, ostras, y mejillones, que acompañan al rey del mar, el llagostí de Vinaròs.

Las carnes cobran su propio protagonismo estos días, ya que el público demanda cordero lechal asado, pollo o pavo rellenos de una gran variedad de ingredientes que se elaboran de forma personalizada. Pero la estrella es la pelota, tradicional para la comida del día 25, condimentada al gusto, con sangre o sin ella.

Las charcuterías están repletas de jamones y embutidos ibéricos de bellota o cebo, foie, patés, salmón ahumado, quesos, variados delicatesen y bandejas personalizadas para estas fechas. Fruterías y verdulerías se llenan de productos de países lejanos: frutas exóticas, lichis, papaya y maracuyá, entre otros. Pero las frutas que mayor demanda tienen estos días son la piña y también las uvas.

Sobremesa

A todo ello se unen los turrones, bombones, pastissets de boniato, cabello o calabaza, polvorones, mantecados, repostería navideña y frutos secos para los postres o sobremesas. Vinos, mistelas, vermuts, licores, destilados y espumosos elaborados en nuestra provincia ponen la guinda.