Preparación

Para elaborar esta receta de mejillones lo primero que hay que hacer es limpiarlos, enjuagándolos bajo el agua y retirando los ‘pelos’ que puedan tener. Los ponemos en una olla con un poco de limón, sal y laurel y los dejamos hervir. Enseguida vemos cómo se abren y, cuando estén todos abiertos, los retiramos del fuego y reservamos para su posterior utilización.

Sofrito

A continuación, cortamos la cebolla, los pimientos y los tomates no muy finos. En una sartén con un poco de aceite, sofreímos las verduras y, cuando estén listas, añadimos la harina y el pimentón, y removemos rápidamente para evitar que se queme. En este momento, incorporamos el caldo de los mejillones y dejamos hervir 8 minutos.

Presentación

Pasamos el sofrito por un chino y lo colocamos en otra sartén. Añadimos la majada formada por pan frito, 6 almendras, ajo y perejil y dejamos hervir un poco más. Separaremos medida concha de los mejillones y los colocamos en un plato, añadimos la salsa por encima y servimos.

Ingredientes para cuatro personas:

  • Mejillones: 24
  • Cebolla: 1
  • Pimiento rojo: ½
  • Pimiento verde: ½
  • Laurel: ½ hoja
  • Tomates: 2
  • Pimienta: 6 granos
  • Clavo: 2 granos
  • Pimentón: 1 cucharadita
  • Harina: 1 cucharada
  • Pan frito: 1 rebanada
  • Almendras: 6
  • Ajo: 3 dientes
  • Perejil: 3 ramitas
  • Elaboración: 30 minutos

Para saber más…

Mejillón, fuente de propiedades

El mejillón es un molusco que destaca por ser rico en hierro, magnesio, zinc, potasio, calcio y hierro, además de vitamina C. Además, otra de sus características es que es bajo en grasas, lo que favorece la prevención contra la anemia y está especialmente indicado para personas con distintos tipos de dietas. Pero para favorecer todavía más la absorción del hierro, le hace falta un poco de limón y perejil, dos ingredientes que realzan también su sabor.

Los de roca, los más sabrosos

Galicia ha conseguido una Denominación de Origen con los mejillones que cultivan. En Castellón y Tarragona existen unos mejillones excelentes, de roca, más pequeños pero más finos y sabrosos (no confundir con los holandeses, también pequeños, pero vienen sin pelos y muy limpios). Se consumen todo el año. Los ejemplares que al lavarlos floten se deben desechar. Los más claros son los machos y los anaranjados las hembras.

Cocidos al vapor

La mejor manera de elaborarlos es al vapor o en su propia agua. Para ello basta con limpiar los vívalos y meterlos en una cazuela tapada con unos trozos de limón. Después de unos minutos saldrá agua del propio mejillón, y habrá que mover la base de la cazuela. Los mejillones deben dejarse de cocer una vez empiecen a abrirse, ya que si no pierden demasiada agua y quedan muy pequeños y duros, perdiendo gran parte de sus cualidad