Alma, raíz, esencia y cultura. La trufa es uno de los productos que mejor representan la gastronomía de Els Ports. Un arte que «restauradores valientes, con sentimientos y convicción en el territorio ponen en valor». Así les definió ayer el alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés, en la presentación de las XVI Jornadas gastronómicas de la trufa. Un acto que este año salió de la comarca para celebrarse en el Centro de Turismo de Castellón (CdT) como guiño a la instalación que estrenará el interior en un breve plazo, en la morellana Fábrica Giner.

Entre el 25 de enero y el 10 de marzo, seis restaurantes de Morella --Restaurante-Pizzeria Loca, Mesón del Pastor, Casa Roque, Cardenal Ram, Vinatea y Fonda Moreno--; uno ubicado en Forcall --el Palau dels Osset--; uno de Cinctorres --El Faixero-- y dos de Vilafranca --L’Escudella y La Taberna del Forn-- presentarán creaciones en las que el sabor del diamante negro de la cocina es protagonista. Menús en los que los comensales descubrirán platos como la crema de huevo frito con setas, cecina de Morella, almendra marcona y trufa; guioza de callos de ternera al vapor, alcachofas con cocohas de bacalao y trufa; vitello tonnato trufado, pannacotta trufada con salsa toffee y teja de chocolate o la trufa en su más pura esencia en versión dulce.

Y es que en una de las comarcas que más sufre la despoblación, la reconversión es básica y ya se habla de trufiturismo, con visitas guiadas al campo en las que los turistas recogen trufa y la degustan. O de la cultura ligada a este producto, con el cuarto festival gastro-literario Morella Negra como la Trufa, con el género de la novela negra como base. Y es que no hay nada como volver a la raíz para resurgir con fuerza.