El 9 de marzo de 1959, Ruth Handler presentó en la Feria del Juguete de Nueva York a Barbara Millicent Roberts, mundialmente conocida como Barbie, una icónica muñeca de 29,21 centímetros que ayer se convirtió en sexagenaria y cuyo nombre -pese a su indudable fama mundial- también está unido a la definición de personas superficiales y vacuas, a las calificadas como mujer objeto.

Pero esta mala fama que arrastra es contra la que lucha denodadamente la empresa Mattel, su propietaria. «Con más de 200 profesiones, seis candidaturas a la presidencia y un viaje a la Luna antes que Neil Armstrong, Barbie sigue evolucionando para ser un modelo relevante y moderno para todas las edades», dice Lisa McKnight, gerente general y vicepresidente senior de la marca.

Por ello, Mattel, que parece haber logrado parar un paulatino descenso de las ventas de esta histórica muñeca, celebra este 60º aniversario con una serie especial del clásico juguete, y también con una nueva tanda de Barbies inspiradas en mujeres reales, como las que aparecen en la fotografía.