Amaia y Alfred no se escondieron después de conocerse su decepcionante posición en el concurso de Eurovisión, el 23º de 26. Tras la gala celebrada en el Altice Arena de Lisboa, con victoria de la canción que representaba a Israel, la pareja española aceptó el resultado. "El puesto es un poco mierda, la verdad", admitió la navarra con su habitual espontaneidad ante una nube de micrófonos. "Ya lo decíamos: daba igual. Es lo que decíamos en cada entrevista", apostilló Alfred.

Amaia indicó haberse quedado muy contenta. "Era muy difícil", dijo. La navarra, por cierto, dijo que la pieza triunfadora, de Netta, no figuraba entre sus predilectas. "Es una canción que está bien, pero no es de mis favoritas. Me ha encantado SuRie, la de Gran Bretaña. Me ha gustado cómo ha reaccionado al espontáneo. De repente hemos oído como una voz y hemos dicho '¿qué ha pasado?'".

Postureo

Los representantes de España se mostraron muy agradecidos a los infinitos mensajes de apoyo, en particular de sus compañeros de academia. Y reconocieron tener ganas de fiesta. Bueno, Alfred en concreto. Dijo Amaia: Él se quiere ir de fiesta, pero yo tengo bastante sueño".

Sobre la experiencia de actuar en Eurovisión, Amaia volvió a mostrarse sincera y fresca. "Es todo bastante postureo. Igual se malinterpreta... Es una experiencia, pero hay bastante... Pues eso, postureo. Parece un poco los Juegos del hambre. Se vive una vez en la vida y ya está".

Alfred, al ser preguntado sobre cierta estigmatización y prejuicio para su carrera musical, exclamó: "¿Prejuicio. Pero si me ha subido en 50.000 los 'followers' en Instagram!". "Ahora vamos a ponernos a trabajar cada uno en nuestras cosas individuales", agregó Amaia.