El mensaje de Twitter no podía ser más elocuente: "Primera salida a correr tras el confinamiento. Primer encuentro, 'paparazis' sin mascarilla poniéndome las cámaras en la cara. Seguiré confinado". Fue el pasado sábado, cuando equipado con ropa deportiva con el escudo del Málaga , el actor y empresario Antonio Banderas, de 59 años, intentó salir a correr y tuvo que regresar a su vivienda a la media hora, visiblemente enfadado. Y es que su pareja, Nicole Kimpel, se encuentra en Suiza. Allí le pilló el estado de alarma junto a su familia y allí seguirá hasta que se abran las fronteras. Banderas es grupo de riesgo después de haber sufrido un ictus.

Según cuenta el diario 'Sur', aunque posee un ático en el centro de Málaga junto al teatro Albéniz, Banderas permanece confinado y no sale de su propiedad en la urbanización Los Monteros, en 'la Gaviota', la casa que perteneció a la periodista fallecida Encarna Sánchez y que tantos problemas le dio con el ayuntamiento por la ampliación que hizo el artista hace años.

Banderas, que tuvo incluso en febrero que desmentir problemas económicos y de salud, está volcado en las redes sociales donde ha vuelto a mostrar su lado más solidario con sus paisanos. Hace unos días, aceptaba la petición que le mandaba la bailaora Sara Baras y daba su apoyo al proyecto Ningún hogar sin alimentos que lleva a cabo la Cruz Roja . A través de la fundación Lágrimas y Favores, que él mismo impulsa, Banderas ha donado material sanitario repartido entre hospitales y profesionales sanitarios. También ha colaborado junto a Pablo Alborán con otra ayuda económica para desarrolar un respirador.

Más tiempo en Málaga

"Ya me conocéis, no puedo estar quieto. Necesito implicarme, sentirme útil, si no tengo algo en perspectiva me subo por las paredes. Por eso me he volcado con Málaga y con el teatro. Quiero pasar cada vez más tiempo en casa", explicaba hace unos meses en Barcelona con motivo del estreno del musical 'A chorus line', donde pasaba el testigo de su papel a Pablo Puyol. Con esa obra estrenó su proyecto estrella, en el que se ha volcado y donde ha puesto sus esperanzas, sus energías y también su dinero: el Teatro del Soho, que está cerrado y donde se ha tenido que aplicar un erte.

Y es que la pandemia se ha llevado por delante la tan verenada por él Semana Santa malagueña pero también la gira del musical de 'A chorus line', que tras visitar el teatro Arriaga de Bilbao estaba en escena en el Tívoli de Barcelona, donde se representó por última vez el 11 de marzo. Luego tocaban Madrid y Banderas incluso coqueteaba con la posibilidad de llevar el montaje a su escenario original, Broadway, este verano. Todo eso está en suspenso.

Banderas está a la espera de poder alzar el telón con garantías. "Desgraciadamente, queda todavía tiempo para que la vida vuelva a lo que se está dando en llamar la nueva normalidad. No obstante, desde el Teatro del Soho CaixaBank estamos tratando de anticiparnos a lo que nos vamos a encontrar, una vez se vayan levantando las restricciones a las que todos nos hemos visto sometidos en la lucha contra el #coronavirus", explicaba en un comunicado.

Además, también está parado el rodaje de 'Competencia oficial', el filme donde volvía a compartir reparto con su amiga Penélope Cruz.