La abogada sudafricana Stella Morris ha revelado al diario británico 'The Mail on Sunday' que mantiene una relación con Julian Assange, el fundador de Wikileaks, desde el 2011 y que fruto de esa relación tiene dos hijos que hasta ahora había mantenido en secreto. La razón de hacerlo ahora público, explica Morris, es porque cree que Assange está en un momento crítico de salud y no cree que sobreviva a la infección del coronavirus que no para de extenderse en la prisión de Belmarsh, donde se encuentra recluido desde que fue sacado de la embajada de Ecuador en Londres hace un año.

Morris conoció a Julian Assange en el 2011 cuando se unió a su equipo legal, poco antes de que el periodista y activista de internet australiano se refugiara en la Embajada de Ecuador en 2012 para evitar la extradición a Suecia por un caso de agresión sexual que desde entonces ha sido retirado. Assange también afronta una petición de extradición de los Estados Unidos por cargos de espionaje.

La abogada sudafricana revela en 'The Mail on Sunday' que visitó a Assange en la embajada casi todos los días y conoció a Julian muy bien. La pareja se enamoró en 2015 y se comprometió dos años después. También que el activista australiano, de 48 años, había visto nacer a ambos niños a través de un enlace de video y que habían visitado a su padre en la embajada.

Dos niños de tres y un año

Gabriel, de tres años, y Max, de un año, hablan con su padre a través de videollamadas, asegura Morris, que añade: Formar una familia fue una decisión deliberada de derribar esas paredes a su alrededor e imaginar una vida más allá de esa prisión. Si bien para muchas personas parecería una locura comenzar una familia en ese contexto, para nosotros fue lo más sensato que hacer, mantener las cosas reales. Me conmueve y cuando Julian ve a los niños, le da mucha paz, cariño y apoyo. Son niños muy felices".

Assange fue arrestado el 11 de abril de 2019 en la embajada ecuatoriana y detenido por "no rendirse a la corte" y sentenciado a 50 semanas de cárcel por violar sus condiciones de libertad bajo fianza. El periodista australiano debía ser liberado de Belmarsh en septiembre pasado después de cumplir el período de custodia de su pena de prisión. Pero un juez dictaminó que debería permanecer en la cárcel hasta su audiencia de extradición debido a su "historial de fugas".