Conocernos mejor implica mirar dentro de uno mismo y aceptar cada parte, independientemente de si estamos contentos o no con ella. Vemos las cualidades que tenemos, nuestras fortalezas y nuestros valores. Sabemos hacia dónde queremos ir, los verdaderos sueños que queremos lograr y el modo de vida que buscamos para ser felices. Conociéndonos encontramos una brújula que nos marca el camino hacia el bienestar y la vida plena, independientemente del momento en el que te encuentres.

La inteligencia emocional, nuestra educación y la autoestima se relacionan con el conocimiento que poseemos sobre nosotros mismos. Y este conocimiento, en muchos casos está viciado por la visión que otros tienen y que nos han hecho ver. Una visión que siempre es sesgada y que puede darnos una imagen poco válida y muy negativa sobre el valor que tenemos.

LOS DEMÁS Y TÚ

La influencia de los demás hace que veamos el mundo y nos veamos a nosotros mismos de una forma equivocada. Lo que nuestros padres nos dicen, lo que escuchamos en la televisión o lo que opinan nuestros amigos determina cómo nos vemos. Este sesgo se aleja de la realidad del verdadero autoconocimiento.

Aunque es humano aceptar como nuestras las palabras de los demás, nos puede alejar de la vida plena y del bienestar. No somos lo que los demás creen, o al menos nunca en su totalidad. Ellos nos ven con sus circunstancias, con sus miedos y sus valores. Sin embargo, nosotros somos todo un conjunto de aspectos que no siempre están en la superficie y que son independientes de lo que los demás puedan opinar.

PASOS PARA EL AUTOCONOCIMIENTO

La autoconciencia es una de las fortalezas que más nos propicia a la felicidad. Nos hace saber cómo nos comportamos y los motivos que nos llevan a ello. Nos hace aceptarnos, respetarnos y escucharnos. Descubre y potencia lo positivo y atiende y reduce lo negativo. Un arma que lleva al bienestar, siempre desde uno mismo.

¿CÓMO LLEGO A ALCANZAR UN ALTO NIVEL DE AUTOCONOCIMIENTO?

1. La importancia de los límites

Si siempre decimos que sí a todos, si siempre dejamos que los demás decidan por nosotros, ¿sabemos cuáles son las cosas que de verdad nos apetecen? Además, estaremos cediendo ante hechos que suponen una amenaza para nosotros mismos. Por eso, pon el límite y decide qué quieres y cómo lo quieres.

2. Mejora el lenguaje interno

Escucha durante 24 horas todas esas conversaciones que tienes contigo mismo. Verás que hay multitud de frases de reproche, negación o culpa. Prestando atención, puedes ver que no hay nadie más en el mundo que te trate tan mal como lo haces tú a veces. Escucha tu lenguaje interno y sé compasivo; trátate mejor.

3. Más espacio de silencio

Pasar tiempo a solas, hacer actividades sin nadie más y estar en silencio te permite ver qué sientes y cómo te encuentras. Es una ocasión para establecer un vínculo contigo mismo y buscar aquello que satisfaga tus necesidades.

4. Medita

La meditación, el mindfulness o un deporte que conlleve dejar la mente en blanco te permite romper con círculos viciosos de pensamientos negativos. Una vez que lo malo sale fuera de nuestra cabeza, dejamos espacio para todo lo positivo, para escucharnos y sentir una mayor confianza.

Del mismo modo que trabajamos la inteligencia o el cuerpo, podemos buscar un mayor autoconocimiento. Esta nueva forma de mirarnos nos ayudará a desarrollarnos como personas, como amigos o como trabajadores. Influye en todos los niveles de nuestra vida y alcanzar la autoconciencia siempre tendrá una repercusión positiva en nosotros mismos y en los otros.