Si todo va sobre lo previsto Harvey Weinstein se sentará el 6 de enero en un banquillo en Nueva York para empezar a enfrentar el caso penal en el que está imputado por una violación y otra agresión sexual. El productor, no obstante, está cerca de liberarse de decenas de juicios y demandas más planteados ante la justicia civil por más de 30 mujeres que le acusan desde de acoso, abuso y hasta de violación.

Según informó The New York Times, el diario que primero sacó a la luz las acusaciones hace ahora algo más de dos años, los abogados de Weinstein y su estudio han alcanzado un principio de acuerdo por el que, con 25 millones de dólares, se evitarán las demandas. Aunque aún debe ser ratificado por un tribunal, los términos del principio de acuerdo establecen que Weinstein no tendrá que admitir culpabilidad. Tampoco pagará a sus víctimas de su propio bolsillo.

Los 25 millones de dólares, según las fuentes legales del Times, forman parte de un pago mayor, de 47 millones, con el que también se solventarían las demandas de acreedores de Miramax, la productora de Weinstein que se acogió a las leyes de protección de bancarrota cuando estalló el escándalo. De hecho, serían las aseguradoras del estudio, no el propio Weinstein, las que pagarían tanto a las mujeres como a los acreedores.

«No me encanta (el pacto) pero no sé cómo puedo ir a por él (Weinstein), no sé qué puedo hacer realmente», le dijo al diario neoyorquino Katherine Kendall, una de las actrices que acusa al productor. «No creo que haya un acuerdo mucho mejor que se pueda conseguir», declaró también al rotativo Genie Harrison, la abogada que representa a una antigua ayudante de Weinstein que también le ha acusado de acoso, Sandeep Rehal.

Ashley Judd, la primera actriz de renombre que acusó públicamente a Weinstein, mantiene su intención de llevarle a juicio y otras dos mujeres que le acusan, la productora Alexandra Canosa y la actriz Wedil David, tampoco han aceptado el principio de acuerdo.

La noticia no tardó en hacerse eco entre los pasillos de Hollywood, ni tampoco se hicieron esperar los mensajes de odio hacia el productor. La primera en mostrar su rechazo públicamente fue la actriz Emily Ratajkowski, que acudió el miércoles al estreno de la película Uncut Gems, protagonizada por Adam Sandler, con un mensaje en el brazo para Weinstein: «Fuck Harvey».

Horas antes del estreno en los cines ArcLight de Hollywood, la modelo descargó su ira en Twitter. «Hoy Harvey Weinstein y su antiguo estudio hicieron un trato de 25 millones de dólares con sus víctimas». «¿Esta es la justicia de América?», se preguntó la modelo. Para finalizar, la joven top le deseó que «arda en el infierno».