Tras 22 años en informativos (21 de ellos presentando), Carme Chaparro (Salamanca, 1973) debuta este lunes, 18, al frente de un magacín con el estreno de Cuatro al día (Cuatro, 17.30), un programa de tres horas en directo sobre el que recaerá todo el peso de la cadena y que combinará temas políticos, investigación, sucesos, deportes, cultura, denuncia social y otras secciones con las que buscan "sorprender" a la audiencia. Acompañada en plató por Santi Burgoa, la periodista conectará con seis reporteros repartidos por España.

-Vaya cambio. Pasa de los informativos a un magacín.

Sí. Aunque Cuatro va a ser como una especie de banco de pruebas de algo que no se había hecho hasta ahora en España: en vez de ofrecer un informativo tradicional de toda la vida, de media hora, optar por uno mucho más largo, algo parecido a los programas de tarde de la radio, con boletines a las horas en punto, conexiones en directo, tratando la actualidad de manera más extensa y diferente… No es que los informativos de Cuatro desaparezcan, sino que siguen ahí, pero con otro formato.

-Menuda se montó cuando se dijo que desaparecía Noticias Cuatro.

Más de la mitad del equipo de Cuatro al día es gente que viene de informativos. Me he traído a mi edición entera. Hoy en día en que todo el mundo ya sabe por redes sociales lo que está pasando y cómo van las cosas, ¿tiene sentido un informativo en todos los canales de Mediaset? ¿Por qué no probamos otra cosa, y ya que queremos reinventar Cuatro, intentamos reinventar también la manera de contar las noticias?

-La ola de solidaridad con ustedes fue inmensa cuando se filtró que Noticias Cuatro desaparecía.

Esa ola de cariño fue maravillosa, y todos la acogimos con mucho agradecimiento. Lo que pasa es que luego hay que salir a contar que no es como se explicó. Sí que es cierto que en Cuatro desaparece el informativo tradicional, aunque yo por ejemplo a las dos de la tarde voy a hacer uno, y luego iremos haciendo más a lo largo del programa. De hecho, en Cuatro al día hay un set específico para informativos. Así que no desaparecen, sino que vamos a hacerlos de otra manera.

-Es una forma de distanciarse de la oferta de la competencia, sobre todo de La Sexta Noticias.

Es una apuesta muy clara de Mediaset por Cuatro, por renovar el canal y hacerlo completamente diferente. No va a tener nada que ver con lo están haciendo otras cadenas. Nos vamos a permitir el lujo de estrenar probando cosas y luego ir ajustándolas. Tenemos muchas ganas de ser atrevidos.

-La Sexta ya tiene otro programa de actualidad vespertino, Más vale tarde. ¿Cuatro al día no tendrá nada que ver?

Para nada.

-¿Por qué?

No nos miramos en ningún otro canal. Nosotros queremos que cuando la gente llegue a casa ponga la televisión y se sienta acompañada, que a veces podamos sacarte una sonrisa, que te informemos pero que te aportemos también muchas otras cosas que te sean útiles para tu día a día. En ese sentido, es una oferta completamente diferente a lo que hay ahora mismo en otros canales.

-En plató estará acompañada por Santi Burgoa, y también cuentan con un equipo de seis reporteros repartidos por España.

Santi está conmigo en el plató porque, en tres horas de programa, me puedo quedar sin voz [ríe]. Y tendremos redactores en seis delegaciones porque muchas veces las televisiones nacionales tendemos al centralismo, y nosotros queremos que la gente de toda España se sienta representada y nos pueda contar sus casos. Esos seis periodistas nos van a traer cada día un tema, una historia humana o de relevancia que interese a toda España pero que la hayan buscado ellos desde su delegación en el País Vasco, Valencia, Cataluña, Andalucía, Galicia y Madrid. La idea es poder ampliar el equipo de reporteros.

-¿En el programa habrá más peso de temas sociales o políticos?

Es como el informativo, depende de la actualidad. Vamos a contar las noticias, pero de otra manera, y tendremos investigación y temas propios. Por ejemplo, como lo que está haciendo En el punto de mira. También con secciones que le van a dar otro ritmo al programa, con avances informativos a las horas en punto para que la gente conozca la actualidad muy resumida en un minuto…

-¿Se han basado en algún formato extranjero?

Estamos pariendo el programa, inventándonos secciones en una tormenta de ideas gigantesca. No hemos copiado nada. En Cuatro al día hay gente que lleva mucho tiempo haciendo televisión, en programas e informativos, y gracias a esa mezcla de experiencia, creo que vamos a hacer algo diferente.

-¿Le apetecía este cambio después de tantos años al frente de un informativo?

Era muy feliz en las noticias, que son mi pasión, pero esto no deja de ser un informativo de otra manera. Me hizo mucha ilusión cuando me plantearon el programa, sobre todo cuando me presentaron el proyecto de lo que se quería hacer y empecé a conocer a todo el equipo.

-¿Hay nervios ante el estreno?

¡A mí ahora mismo lo que me preocupa es no tropezarme con los tacones! Además, soy muy torpe andando, llevo tres operaciones de rodilla y ahora tengo que hablar y andar. Pero estoy muy contenta. Me relaja muchísimo el plató, es uno de los mejores momentos del día.

-Pero son tres horas en directo...

Sí, y también está el respeto que me da empezar a hacer algo diferente a lo que he estado haciendo hasta ahora. El informativo es un vértigo diario, pero yo lo tengo controlado porque llevo 22 años y me ha pasado de todo. Pero voy a salir a disfrutar. Yo creo que si sales a disfrutar y te lo pasas bien, la gente disfruta también.

-Alguna vez ha comentado que, a pesar de llevar tantos años al frente de las noticias, todavía tiene que ultrademostrar que es tan válida como un hombre.

Creo que ya cada vez menos, porque llevo 22 años. No solo es cosa mía, porque lo hablo con compañeras de todas las cadenas que están al frente de informativos, y siempre está esa sensación de que, porque das bien en cámara, eres un adorno menos válido que los hombres que han presentado informativos.

-¿Por qué ha tenido esa sensación?

Cuando empecé a escribir una columna de opinión en la prensa, una señora me paró por la calle y me dijo: "Te he leído y, anda, ¡eres lista!". ¿Entonces usted ya presupone que el hombre que presenta conmigo es listo, pero yo no? En mi caso, con la publicación de las novelas No soy un monstruo y La química del odio, con toda la gente que se las ha leído, con el Premio Primavera, digamos que se ha afianzado un poco más mi credibilidad.

-Y eso que la televisión no parece un sector machista, con tanta representación femenina.

La gente, cuando oye Mediaset, tiene esa imagen de los inicios, del Cacao Maravillao, y les digo: "Coge y mira la parrilla". No solo por la cantidad de mujeres que están al frente de los programas, que somos muchas más que hombres, sino por la diversidad de edades y de aspectos de todas. En cambio, vete a otras cadenas que parecen más igualitarias y verás que no hay tanta diversidad femenina.

-¿Está hablando de La Sexta?

De otras que no son Mediaset. Yo hablo de mi cadena, que es lo que conozco. Ahí están mujeres como Emma García, Ana Rosa Quintana, Sonsoles Ónega, Carlota Corredera, Paz Padilla, María Teresa Campos... Es maravilloso transmitirle toda esa diversidad al telespectador, porque le estamos diciendo que somos mujeres de verdad y que estamos aquí por nuestra valía profesional y por lo que sabemos hacer delante de las cámaras. Eso es algo que me hace estar orgullosísima de mi casa, de Mediaset.

-¿Nunca ha pensado cambiar de casa? Porque le habrán llegado algunas ofertas durante todos estos años en Mediaset...

Algunas, pero esta es mi casa. Estoy muy feliz así. Nunca me he planteado un cambio.

-Antes hablaba de las dos novelas que había escrito. ¿Tiene prevista una tercera?

Sí, el cierre de la trilogía, pero ahora, con el estreno de Cuatro al día, no puedo. Tengo ya ideas en la cabeza, pero todavía no me he puesto.

-Pues una de sus hijas (tiene a Laia, de 7 años, y a Emma, de 5) le pidió que no escribiera más libros para que le dedicara más tiempo.

Ahora ya me deja... Cuando saqué La química del odio tan poco tiempo después de No soy un monstruo, fue un trabajo titánico que me tuvo, sobre todo durante los últimos meses, durmiendo muy poco y viendo muy poco a mis hijas. Entonces Laia me dijo que por favor esperara un poco para escribir la tercera parte, porque quería disfrutar de su madre. Pero ahora, con el año nuevo, dice que me deja. ¡Pero ahora tengo un programa! Cuando esté más rodado y pueda sacar algo de tiempo, me pondré.

-¿A veces se ha sentido culpable por no estar con sus hijas todo el tiempo que querría?

Durante todos estos años he hecho un esfuerzo muy duro por eliminar esa culpabilidad. Yo creo que uno de los mayores ejemplos que le puedo dar a mis hijas es mi legado como madre, pero también como mujer que trabaja y como una mujer que es independiente. Por ejemplo, mis libros son un legado maravilloso para mis hijas, para que vean lo que hacía su madre, o las columnas que escribo o la televisión. Yo hablo con ellas y lo entienden. Además, tengo la suerte de tener un marido que no me ayuda en casa, sino que comparte la casa conmigo, que pone más lavadoras que yo, que cuando yo no puedo él está... Sin eso no podría hacerlo todo.