El próximo sábado tendrá lugar en el castillo de Windsor el enlace entre el príncipe Enrique y Megan Markle. Los futuros duques de Sussex residen, como los duques de Cambridge y otros miembros de la familia real británica, en el palacio de Kensington, en el centro de Londres y a escasos metros de Buckinham, residencia oficial de la reina Isabel II.

Pues bien, casarse en Kensington es posible por entre los 11.330 y los 29.330 euros. «Un deleitoso y acogedor espacio para celebrar el momento más especial de tu vida». Así lo anuncia la organización Historic Royal Palaces, que se encarga del mantenimiento y cuidado del edificio. La entidad detalla las prestaciones que pone a disposición de los futuros contrayentes: asesoramiento para la disposición de los espacios, un fotógrafo, servicio de limpieza y de seguridad. Y aunque los novios pueden elegir quién les servirá el cátering, este debe ser aprobado por Historic Royal Palaces. «La familiaridad de nuestros empleados con el palacio asegura que el día de la boda irá perfecto», afirman en su folleto explicativo.

Uno de los espacios disponibles para bodas es la Orangerie. Construida en el 1704, la reina Ana la usaba como huerto para plantar sus naranjos. Más tarde se convirtió en una sala de baile. Tiene capacidad para 300 invitados y se puede acceder a los jardines aledaños, «donde está permitido realizar espectáculos pirotécnicos».

La condición para celebrar una boda en alguno de los jardines es que sea durante el verano. El East Front Garden, con capacidad por 400 personas fue remodelado hace seis años y se inspira en la época de Jorge II (1683-1760). El Sunken Garden, «ideal para fiestas con cócteles», tiene capacidad para 80 personas. Y en el Orangery Lawn, para mil invitados.

Entre las estancias del palacio que se puede reservar destaca el salón de la recepción, con capacidad para 300 invitados, que puede acoger una «pequeña banda de música»; la sala de la cúpula (100 invitados), y la galería del rey (170 invitados), con cuadros de la familia real.