Tras 80 años de carrera, más de 180 millones de discos, unas 1.300 canciones y más de 60 películas, el nombre de Charles Aznavour por fin está inmortalizado en el paseo de la Fama de Hollywood. El cantante franco-armenio ha recibido su estrella a los 93 años, tras una larga y exitosa carrera a la que todavía le queda recorrido. Conocido como el Frank Sinatra francés, su voz ha sido uno de los referentes de la canción francesa en todo el mundo.

Vestido con un traje de tonos azules y con gafas de sol, el carismático cantante destacó que su nacionalidad francesa y sus orígenes armenios son inseparables como "la leche y el café". "El francés es mi lengua de trabajo pero mi idioma familiar es el armenio", señaló el artista para alegría de los numerosos asistentes de origen armenio que se acercaron para ver a su ídolo en Hollywood Boulevard, una avenida que además se encuentra muy cerca del barrio angelino de Little Armenia.

Aznavour dijo asimismo que, después de estrenar su estrella en el Paseo de la Fama, también se siente "un poco californiano". Comparecieron como oradores invitados en este homenaje el cineasta Peter Bogdanovich ('The Last Picture Show'), el presidente temporal del Senado californiano, Kevin de León, y los concejales de Los Ángeles Mitch O' Farrell y Paul Krekorian.

Aznavour debutó a los 11 años haciendo espectáculos con su hermana Aida, aunque no fue hasta llegar a los boulevares del París de los años 40 y 50, con artistas como Edith Piaf, Maurice Chevalier y Charles Trenet, cuando comenzó a despuntar. Construyó su personaje dándole la vuelta a lo que, en principio, podrían parecer defectos, como su corta estatura o la ausencia de una alta formación. Pero consiguió convertirse en un galán de canciones sentimentales y de amor con éxitos como "She", "Hier Encore", "Apres l'Amour" o "La Bohème".

Su paso por la gran pantalla ha sido bastante más discreto que por el del mundo de la canción, participando en películas como 'Disparen sobre el pianista' (1960) o 'Diez negritos' (1974), entre otras. Por su versatilidad y calidad, en 1998 fue declarado por una encuesta de CNN y Time como el artista más importante del siglo XX, por encima de íconos como Elvis Presley, Bob Dylan o Frank Sinatra.