El cocinero Nandu Jubany ha descubierto el pastel: por fin, después de 10 años de quedarse con las ganas, ha decidido participar en la 39ª edición del Dakar con una moto KTM 450. “El año pasado cumplí los 45 y no pude ir. Este año ya le ha dicho a mi mujer que no me lo pierdo”, ha revelado esta mañana en su restaurante insignia,Can Jubany.

La energía de Nandu es contagiosa. En el jardín del antiguo caserón de piedra, el galardonado chef se mueve entre los invitados repartiendo tapas con ingredientes de su propio huerto. Su portentosa voz se escucha por encima de las conversaciones: “¿Qué os parece el ‘cap i pota’?”, “¡Vamos a tirarnos muchos pedos!”, le contesta un comensal.

“Yo no he almorzado sabiendo que vendría aquí”, dice otro. Compartiendo porrones con cava y vino, el ambiente entre personalidades del mundo de la gastronomía y del motor es de auténtica celebración.

UN EQUIPO DE AMIGO

Y es que por extraño que parezca, cocina y gasolina no están tan alejadas en la vida de este chef de fama internacional. “Con sólo 10 años entré a trabajar en el restaurante familiar porque quería comprarme una moto” explica Jubany, “le dije a mi padre que trabajaría gratis todo el verano si me la compraba y al final me la gané”.

A los cinco años se subió por primera vez a una Montesa Cota 25 y se enamoró de la velocidad. Cuatro décadas más tarde Jubany se dispone a cumplir el sueño de muchos moteros.

Para tan intrépida empresa, Nandu se ha rodeado de un equipo altamente cualificado. La mayoría son amigos de toda la vida y bromean como niños grandes cuando hablan de la organización del viaje.

“Como no se lo pude sacar de la cabeza tuve que meterme de lleno”, se cachondea su mánager, el piloto Nani Roma. “Para Nandu el día debería tener 35 horas, porque hacer el sofrito de los macarrones le quita mucho tiempo” continua, “así que le busqué gente que le facilitara las cosas”.

El resto del equipo deportivo lo conforman el expiloto y actual director deportivo de ralis de KTM, Jordi Viladoms; el preparador físico Jaume Palau, el nutricionista deportivo Toni Solà, y el fisioterapeuta Marco Codina, que intenta que Nandu no “se rompa” antes del Dakar.

UN OBJETIVO SOLIDARIO

A parte de cumplir su sueño, el cocinero quiere aprovechar la participación en el Dakar para promocionar el Proyecto ARI para la investigación de la leucemia. El propósito es conseguir donativos para poder sufragar un nuevo tratamiento que cura hasta un 80% de los enfermos.

Durante el acto de esta mañana, el director del Instituto Clínico de Enfermedades Hemato-Oncológicas del Clínic, Álvaro Urbano, ha agradecido la colaboración con Jubany y ha anunciado que después del último ensayo, a partir del mes de febrero, ya se podrá dar este tratamiento a 10 pacientes.

De la misma manera, Ángela Jover, madre de la fallecida Ariadna Benedé, que impulsó el Proyecto ARI, ha expresado conmovida: “Este febrero brindaremos por dos cosas: que el Nandu ha vuelto a casa y que él y Ari habrán hecho posible que 10 niños a los que se les va aplicar tratamiento vivan”.