El primer fin de semana de mayo, a poco más de una semana de que se inaugure en Tel-Aviv el Festival de Eurovisión, la región vivía la mayor ola de violencia desde el 2014, que dejó a 25 palestinos y 4 civiles israelíes muertos. Pero, habrá calma durante el mediático certamen musical?

Los analistas creen que el momento elegido por las milicias palestinas para lanzar cerca de 700 cohetes a territorio israelí en menos de 48 horas no fue casual y que tuvieron muy en cuenta la cercanía del concurso europeo para dejar claro su potencial de ataque.

Israel cuenta con Eurovisión para proyectarse al mundo como un país normal y posicionarse como un destino turístico a tiro de piedra de Europa. El Gobierno, aseguran medios, dio instrucciones al Ejército de acabar con la conflagración lo antes posible para no dañar el evento.

"El hecho de que haya varias fechas importantes estas dos semanas de mayo -Día de los Caídos (8 de mayo), de la Independencia (9 de mayo) y Eurovisión (del 12 al 18 de mayo)-, obviamente jugó un papel en la consideración de la Yihad Islámica cuando empezó este ciclo de violencia", explica a Efe el analista político Amir Oren.

"Del lado israelí, también influyó en la intención de acortar el intercambio de fuego lo más posible. Si no hubiera sido por estos eventos, Israel probablemente hubiese mantenido más tiempo y con mayor intensidad (sus ataques de represalia) para generar un daño mayor. Pero lo acortó para que todo se terminara antes de estas fechas, incluyendo Eurovisión", agrega.

Oren considera que existe la posibilidad de que se produzca otra escalada durante los días previos al gran evento televisivo: "Definitivamente, puede pasar. Lo que es definitivo es que nadie ha decidido aún en la Yihad Islámica o Hamás que esa será la fecha donde todo comience de nuevo. Pero el contexto está para que suceda".

Está por ver, añade, "que Hamás -que gobierna de facto en Gaza- logre imponerse a la Yihad, que ha amenazado con usar Eurovisión como telón de fondo para más escaladas. Puede ser una amenaza sin fundamento, pero también puede tener a Israel en tensión tenso porque sólo hace falta un cohete, una alarma en la zona de Tel-Aviv, para asustar a los miles de fans y turistas que vendrán".

Tal Lev Ram, en el diario 'Maariv', es más optimista, cree que con la última escalada la Yihad Islámica se ha dado cuenta de que falló al creer que Israel no respondería con fuerza por la cercanía de Eurovisión y afirma: "La valoración mayoritaria en el Ejército es que hay una baja probabilidad de ataques terroristas tras la última ronda de lucha".

El analista militar y general en la reserva Erez Winner cree que la cercanía de Eurovisión fue un factor que influyó en la última escalada, pero no el principal. Eurovisión, admite a Efe, "sí pudo ser un factor para que Israel aceptase el alto al fuego" rápidamente y acabase la violencia en dos días.

Winner no cree que vaya a haber nuevas tensiones bélicas próximamente y apunta dos factores para ello: el inicio esta semana del mes de ayuno del Ramadán, un periodo en el que normalmente bajan las tensiones, y el que Israel vaya a permitir la entrada de dinero qatarí en Gaza en las próximas semanas, que "apaciguará un poco la situación".

Más pesimista es el analista político palestino Talal Okal, que aseguró a Efe que "la última ronda de violencia no ha acabado" y pronosticó que "si el entendimiento de calma alcanzado con mediación egipcia colapsa el próximo viernes durante las marchas del retorno, se espera una escalada durante Eurovisión".

También en Gaza, Ghasan Sabah, director del Instituto Palestino para el Desarrollo y la Comunicación, dijo a Efe que "se dan las condiciones y el clima para una nueva confrontación, porque hasta ahora la ocupación (Israel) no ha implementado los acuerdos: los cruces están cerrados, los pescadores tienen el mar cerrado, no se ha transferido dinero y no hay cambios en la entrada y salida de bienes y personas", ni hechos que mejoren las condiciones de vida de los palestinos en Gaza.

Alex Fishman asegura en el diario israelí 'Yediot Aharonot' que el fin de semana pasado de violencia en Gaza "fue resultado de los planes de la Yihad Islámica para sabotear Eurovisión. La idea era crear una provocación que derivase en un enfrentamiento limitado que desanimase a los participantes y a los turistas a venir a Israel y dañase la imagen del país".

El Ejército siguió instrucciones políticas para "no permitir que la situación derivase en una guerra", para lo que "caminó una fina línea" frenando a la escalada pero impidiendo al mismo tiempo el sabotaje al concurso que verán la próxima semana millones de personas.

"Pero, puede alguien garantizar que ninguna organización que vaya por libre o algún error técnico pueda causar que algún misil aterrice en la zona de Tel-Aviv?", se pregunta, abriendo la puerta a un posible Eurovisión con incidentes.