Tras coronarse este domigo de madrugada como la ganadora de Eurovisión 2018, Netta Barzilai, la representante israelí, se mostró exultante: "Muchas gracias por elegir a lo diferente. Muchas gracias por aceptar las diferencias entre nosotros. Gracias por celebrar la diversidad. ¡Amo a mi país!".

Esa aceptación de "lo diferente" ha sido, sin embargo, muy criticada en las redes sociales. Días antes de que tuviera lugar el concurso, muchos tuiteros ya criticaban el pinkwashing -lavado rosa- de Israel. Según denuncian estos críticos, el Estado israelí intenta desde hace años, por medio de cantantes o canciones pro-LGTBI y feministas, exportar una imagen de que hace una defensa a ultranza de los derechos humanos, algo que luego incumple de forma flagrante bombardeando y masacrando a los palestinos. Ya lo hizo en 1998 con la artista transexual Dana International -con la que también se alzó con el triunfo-.

200 millones de espectadores

Eurovisión es el evento musical más visto del mundo: más de 200 millones de personas siguen el festival. Es, por tanto, el evento publicitario perfecto para proyectar la imagen de un país al mundo.

Pero la estrategia israelí del pinkwahsing no se queda en el concurso musical: Tel-Aviv es una de las mecas gais más famosas del mundo -teniendo en cuenta, además, la homofobia imperante en los países del entorno- y, aunque el matrimonio homosexual no es legal, sí hay ley de parejas de hecho, se permite adoptar y se reconocen los matrimonios realizados en el extranjero.

El problema es que Netta Barzilai es realmente una mujer feminista empoderada, con un físico corriente que no cumple los estándares actuales de belleza femenina y que en Toy lanza un mensaje antibullying: "No soy tu juguete, chico estúpido".

Y es esta frase la que ha desencadenado una de las críticas más mordaces y virales a Israel, como la del usuario Fvkxxx u.a, que asegura, en letras mayúsculas, que "Palestina tampoco es un juguete".

Otro usuario no duda en calificar al "estado" israelí del "más genocida del mundo":

Los hay quienes alaban irónicamente la lucha de Israel contra el bullying, adjuntando el texto: "Grande Israel contra el bullying" y unos aplausos con una foto de miembros del Ejército israelí conduciendo de forma violenta a un menor esposado que, además, tiene los ojos vendados:

También la usuaria Silvia hace una mordaz definición de lo que es homonacionalismo -asociar ideologías nacionalistas a las personas LGTBI o sus derechos- adjuntando una noticia del triunfo de Israel en Eurovisión. Para ella, son "acciones de ciertos Estados que parece que favorecen la ruptura del mandato heteropatriarcal y la diversidad cuando en realidad están sosteniendo comportamientos excluyentes y violentos, en general, hacia la población migrante, musulmana o vulnerable":

Además, son muchos los que destacan el pasado militar de la ganadora de Eurovisión 2018. Netta formó parte de la marina israelí en el 2014, durante una de las "masacres" -según denuncia otro tuitero- Gaza.

En Israel, el servicio militar es obligatorio para todos los jóvenes al cumplir 18 años, hombres (tres años) y mujeres (un año y 9 meses). Los hombres, además, tras finalizar los tres años de servicio obligatorio, deben destinar entre 30 y 45 días al año hasta cumplir los 41 años de edad.

"La ganadora de #Eurovision perteneció a la marina israelí que participó en la masacre de Gaza en 2014. Europa se hunde...", fue otras de las denuncias de los usuarios.

Se da la triste coincidencia de que, apenas 48 horas después del triunfo eurovisivo de Israel, su Ejército ha provocado este lunes una masacre en la Franja de Gaza, causando la muerte a al menos 52 personas -seis de ellas, niños- y casi tres mil heridos. Los palestinos protestaban contra el traslado de la Embajada de EEUU de Tel-Aviv a Jerusalén. Y eso es lo que también denunciaron las redes sociales: "Israel ha bombardeado el Sur de Gaza hace unas horas pero el mundo está demasiado ocupado celebrando la victoria israelí en #Eurovision porque parece que nuestras vidas no valen nada".

Otra usuaria denuncia que "Mientras Tel-Aviv y Jerusalén celebran por todo lo alto la victoria de la israelí Netta Barzilai en Eurovisión 2018, horas antes en el sur de Gaza, a 65 kilómetros de distancia, miles de personas se estremecían por un bombardeo israelí".