Nueva York ha vivido estos días el ritmo frenético que significa siempre condensar en un desfile un trabajo de meses, pero nuevamente se ha vuelto a poner en evidencia que el llamado ‘front row’, es decir, la fauna de celebridades invitadas que ocupa las primeras filas se ha ‘comido’ literalmente a las modelos y, lo peor de todo, a la ropa que llevan, por mínima que sea cuando lo que se presenta es primavera verano.

Para acabar de trastocar las cosas, varias firmas ya tomaron haces meses la decisión de no esperar medio año y han presentado piezas que ya estaban disponibles en tiendas o en venta ‘on line’. Para qué montar tanto ‘show’, se preguntan algunos. Pues para seguir haciendo imagen de marca y vender, finalmente, bolsos, gafas, pañuelos o lápices de labios, que es una parte importante del negocio de la moda, mucho más incluso que los trapos.

El ejemplo paradimático se ha vivido con el diseñador y también director de cine Tom Ford, que presentó su colección de este otoño invierno en un desfile único, pero de asistentes. Un ramillete de famosos que acudieron a su llamada, en el Hotel Four Seasons de Nueva York, vestidos de arriba abajo con su firma.

El equipo de Ford ha trabajado duro para que sus clientes dispusieran inmediatamente de la colección en los almacenes Bergdorf Goodman y Harrods, además de ‘on line’. Es lo mismo que ha hecho Tommy Hilfiger, con una espectacular puesta en escena. Burberry y Roberto Verino ya se han sumado también a esta nueva estrategia comercial.

INVITADOS DE LUJO

Tom Ford, de 55 años, reunió a muchos de sus amigos de Hollywood. Allí estaban Jake Gyllenhaal y Amy Adams, los protagonistas de su última película ‘Animales nocturnos’, que ha obtenido el premio León de Plata en el festival de Venecia. También el actor Tom Hanks y su inseparable esposa Rita Wilson, Julianne Moore -a la que dirigió en su primera película ‘Un hombre soltero’-,Cindy Crawford que acudió también con su marido, Uma Thurman, el actor Jon Hamm, protagonista de la serie ‘Mad men’, el actor Patrick Harris y su pareja David Burtka.

A la cita neoyorquina también acudió, con un vestido semitransparente, Naomi Campbell. Y una Alicia Keys que mantiene su determinación de no maquillarse, además de la modelo Lauren Hutton y los cantantes Rita Ora y Zayn Malik. También se dejó ver Iman, en el que fue su primer acto público tras la muerte de su marido, David Bowie.

En realidad era una cena para 180 invitados sentados en mesitas que rodeaban la pasarela. Por cierto, a ella se subieron Karlie Kloss y Amber Valletta. ¿Y cómo es la nueva colección, por si se lo han preguntado? Pues mucho negro, en terciopelo y gasas, algo de estampado animal y muchos detalles con brillo, que por algo estamos hablando de estrellas.