El actor malagueño Dani Rovira, de 39 años, anunciaba que los días amargos quedaban atrás y que estaba recuperado del cáncer que padecía y que le fue diagnosticado el pasado marzo, en pleno confinamiento por el coronavirus: un linfoma de Hodgkin.

«Hoy es el primer día del resto de mi vida. ¡Estoy curado! Todo acaba y todo empieza hoy. Seis meses de subida a una de las montañas más duras a las que me he enfrentado, pero al fin llegué a la cima y, creedme, las vistas desde aquí son preciosas y reveladoras», escribía Dani Rovira a través de su cuenta de Instagram junto a una foto con el brazo en alto en señal de triunfo.

El protagonista de Superlópez también aprovechó ayer para agradecer a su familia, amigos y personal sanitario, incluso a las muchas personas desconocidas que le han animado durante todas estas semanas en las que ha ido explicando cómo afrontaba el tratamiento, con entereza y también con sentido del humor, todo lo que han hecho por él: «De una manera u otra, han aliviado y ayudado en mi subida a esta gran escarpada. El ser humano es, de raíz, maravilloso y he podido comprobarlo».

Especial mención hizo en su mensaje a la que denomina compañera y que no es otra que la actriz madrileña Clara Lago. Una mujer que ha estado en todo momento apoyando al actor ya que juntos pasaron también el confinamiento. «Gracias, compañera, por compartir el peso de la mochila, los avituallamientos y por estas irrepetibles vistas. Gracias por la luz en la noche y la silla en el camino. Y por no soltarme...».

En su publicación en Instagram, Rovira anima al resto de personas que aún siguen luchando contra el cáncer –el suyo afectaba al sistema linfático y ya avanzó que los médicos le habían dado un buen pronóstico– y asegura que él es un hombre mucho mejor que el del año pasado después de todo lo que ha vivido: «No soy mejor que nadie pero, de lo que estoy seguro es de que el Dani que ha llegado a la cima, es infinitamente mejor que el que hace un año andurreaba por llanuras sin importancia». H