No ha sido un verano tranquilo para Ellen DeGeneres, la cómica y veterana presentadora de televisión estadounidense, de 62 años, cuestionada por miembros de su propio equipo por maltrato y acoso laboral. Pero está claro que quiere seguir siendo la reina de la tele. DeGeneres abrió este lunes la temporada número 18 de su famoso programa de entrevistas con una sentida disculpa en la que abordó ante los espectadores las acusaciones de permitir una cultura tóxica en el equipo de trabajo que lidera.

«Si estás viendo esto porque te gusto, gracias, y si lo haces porque no te caigo bien, ¡bienvenido!», empezaba Ellen en su monólogo inicial, de siete minutos, vestida con un jersey blanco, americana y vaqueros. Bromeó desde el principio con su verano, pasado en medio de la polémica, y aseguró que quería dirigirse directamente a la gente sobre lo ocurrido.

«Como puede que sepáis, ha habido alegaciones de que nuestro programa tiene un ambiente de trabajo tóxico y se ha producido una investigación. He aprendido que han pasado cosas aquí que nunca deberían haber pasado y me lo tomo muy en serio. Lo siento mucho por todas las personas que tuvieron que sufrirlo. Soy consciente de que estoy en una posición de poder y privilegio y de que con ello viene un nivel de responsabilidad que asumo».

La comediante admitía: «La verdad es que soy la persona que ves en televisión, pero también soy muchas otras cosas. A veces me pongo triste, me enfado, me pongo nerviosa, frustrada, impaciente... y estoy trabajando en todo ello, estoy en desarrollo, sobre todo en el aspecto de la impaciencia y no se me da bien porque no está ocurriendo todo lo rápido que me gustaría».

«Hemos hablado mucho en las últimas semanas sobre el ambiente de trabajo y el programa, hemos hecho los cambios necesarios y hoy empezamos un nuevo capítulo. Entré en este mundo para hacer a la gente reír y sentirse bien y eso es lo que siempre quiero hacer», aseguró antes de pedir un aplauso «para las 270 personas que ayudan a hacer este programa lo que es». H