Demi Lovato es una de las muchas jóvenes que han sufrido la maldición de haber sido 'chica Disney'. Su carrera ha ido funcionando más o menos bien pero a nivel personal no ha sabido digerir la fama, y en su caso ha caído en las redes de la drogadicción y el alcoholismo, además de transtornos alimentarios. La propia artista lo ha confesado en una entrevista para 'Refinery29', en el que ha explicado que consumía cocaína a diario y que su relación con Taylor Swift es mala: "Nunca nos hemos llevado bien", admite.

Lovato, de 23 años, se enfrentaba a sus padres, que trataron de ayudarla a salir del pozo. Como excusa, les respondía de malas maneras que ella era la que pagaba las facturas en casa. "Antes de recuperar la sobriedad, yo era una de esas personas que pensaba en plan 'no me importa una mierda'"

La actriz y cantante lleva cuatro años sobria. Le ha costado. "Tuve que aprender de la forma más dura posible que tenía que dejar de salir de fiesta". Y se ha atrevido a explicarlo en una entrevista, señal de que lo está consiguiendo.