Internet, en general, y el sistema de emisión por 'streaming', en particular, son el futuro del mundo audiovisual. O así lo cree la compañía estadounidense Disney, que acaba de anunciar que entrará a competir directamente con el gigante Netflix con toda su batería de producciones. Así, Disney ha anunciado que retirará todas sus películas de la plataforma de contenidos audiovisuales Netflix y lanzará dos servicios de 'streaming' propios en los próximos dos años.

La conocida 'major' también anunció la compra por 1.580 millones de dólares del 42 % de acciones de la compañía de 'streaming' BAMTech, que se suman al 33 % que ya poseía, con lo cual se hace con el control de la firma.

El gigante del entretenimiento espera lanzar un servicio de 'streaming' deportivo con el canal ESPN a principios del 2018, donde ofrecerá contenidos de las principales ligas de béisbol, hockey y fútbol americano. Asimismo, para el año 2019 ofrecerá un servicio de 'streaming' directo al consumidor bajo la marca Disney. Es a partir de ese año cuando dejará de distribuir sus películas en Netflix.

Este servicio ofrecerá en exclusiva -de momento a los suscriptores de EEUU- las nuevas películas de Disney y Pixar, que en el 2019 prevén lanzar 'Toy Story 4' y la nueva entrega de 'Frozen', entre otros títulos.

"Hemos anunciado un cambio estratégico en la manera de distribuir nuestro contenido", explicó el consejero delegado de Disney, Robert Iger, en el resumen de sus resultados fiscales, publicados este martes, 8 de agosto. "El paisaje mediático esta cada vez más definido por la relación entre los creadores de contenido y los consumidores, y nuestro control del conjunto de la tecnología innovadora de BAMTech nos dará el poder para forjar esas conexiones y la flexibilidad de adaptarnos rápido a esos cambios en el mercado", añadió.

RESULTADOS FISCALES

La firma explicó sus planes coincidiendo con la publicación de sus resultados fiscales, donde se resintieron los medios de comunicación del grupo, y especialmente su división de televisión por cable, cuyo resultado operativo cayó un 23 %, hasta los 1.500 millones de dólares. "La bajada en el resultado operativo se debió a una caída en ESPN", destacó la firma en sus resultados, donde desgranó que supusieron un problema los altos costes de programación, los bajos ingresos por publicidad y los costes de los despidos y finalizaciones de contratos.

La cadena de televisión estadounidense ESPN anunció en abril el despido del 10% de su plantilla como parte de su reestructuración para hacer frente a la caída de la audiencia. No obstante, en el pasado, el directivo ha defendido la importancia de ESPN, propiedad del grupo ABC, cuya matriz es Disney, y su "seguridad" respecto al futuro del canal, porque "los deportes en directo son aún un gran motivo de consumo".

Iger subrayó que la adquisición de acciones de BAMTech y el lanzamiento de sus servicios de 'streaming' "marcan una estrategia de crecimiento completamente nueva" para Disney, que pretende fortalecer sus marcas mediante la tecnología.