Tres semanas les quedan a los fans de Whitney Houston para evitar que Patricia Houston, cuñada de la artista y responsable de gran parte de su herencia, subaste los objetos más personales de la estrella del pop afroamericano. Para impedir la puja y que gran parte del legado de 'The Voice', tal y como se la conoce a la desaparecida cantante, acabe disperso alrededor del mundo, sus admiradores dejan su rúbrica en Change.org para frenar la venta de sus pertenencias.

Entre los efectos personales de Houston hay vestidos, joyas, discos de platino, recibos por la compra de un diamante, el pasaporte, el permiso de conducir y un visado japonés. "Esos objetos deberían estar en un museo para que todos pudiesen verlos y mantener su legado vivo", justifica la petición de los admiradores indignados con la venta de los enseres de su ídolo, que fue hallada muerta en la bañera del hotel Beverly Milton, el 11 de febrero de 2012.

En la página 'Heritage Auctions' se exhiben todos los artículos que forman parte de la subasta, que está prevista para el 24 y 25 de junio en Beverly Hills. En la citada web también aparecen los precios de salida de muchos de los objetos. Por ejemplo, el pasaporte que la vocalista se hizo en 1985 tiene un precio de salida de 2.600 euros; el Emmy que ganó por 'Saving all my love for you', de 8.000 euros, y la chaqueta roja y negra que llevó en la gira 'Greatest Love', de 800.

La cuñada de Houston, Patricia y su marido, el hermano de la artista, Gary, son los actuales administradores de la herencia. De hecho, su hija Bobbi Kristina fue nombrada heredera universal pero falleció el 26 de julio del 2015 tras pasar mucho tiempo en coma. Aunque en vida, y debido a su polémica unión sentimental con su hermano adoptado, sus tíos intentaron incapacitarla como heredera.

El único miembro de la familia que tendría potestad sobre el legado de la diva es su madre, Patricia 'Cissy'. Sin embargo, dada su avanzada edad y su delicado estado de salud, la anciana ha terminado delegando en su hijo y en su nuera.

BOBBY BROWN PRESENTA SUS MEMORIAS

Mientras los fans hacen lo posible para evitar la subasta y la familia se frota las manos pensando en los dividendos que ingresarán con la polémica venta de la diva, Bobby Brown, el exmarido de Houston, ha ofrecido una entrevista a la cadena ABC con motivo de la publicación de sus memorias, 'Every Little Step' (a la venta el 13 de julio), donde narra los episodios más conflictivos de su matrimonio con la artista y de la adicción de esta a las drogas.

Así, el músico ha contado que la primera vez que vio a su esposa esnifar cocaína fue el día de su boda y ha dejado claro que no fue él quien la inició en ese mundo, que eran muy felices juntos y que siempre ha estado enamorado de ella. Brown ha asegurado que Whitney "se hizo a las drogas" y que "ella siempre dijo que sabía controlarlas". "No fui yo quien la inició en el mundo de las drogas", como mucha gente piensa. "Yo no fui la causa y que haya gente que lo piensa me hace sentir muy mal. Los que nos conocían, los que pasaron tiempo con nosotros, saben lo felices que éramos cuando estábamos juntos", sostiene.

Brown ha puntualizado que amaba a Houston con locura y que siempre la echará de menos: “Sigo enamorado de ella y lo estaré el resto de mi vida”. También ha confesado que pegó una vez a su exmujer.

Por otro lado, el músico ha revelado en una entrevista con el programa estadounidense '20/20' que tuvo sexo con un fantasma en su mansión de Georgia. "Me mudé a esta casa... Compré esta mansión en Georgia. Un lugar realmente escalofriante. Pero sí, pasó una vez. Me desperté y, sí, un fantasma. Estaba siendo 'cabalgado' por un fantasma. No llegué a acabar. No llegué a acabar del todo", ha explicado el cantante de hip hop en el programa, al que ha acudido para presentar sus memorias.