Su nominación a los Oscar como mejor actriz de reparto la ha integrado definitivamente en el 'star system' de Hollywood, arrebatándole el puesto a la mismísima Jennifer López que parecía estar segura de sus posibilidades por su papel de estríper en 'Estafadoras de Wall Street'. Pero la forma en la que Florence Pugh le da la vuelta al personaje de Amy March en 'Mujercitas' resulta memorable. Es capaz de convertir a esa niña que siempre se había plasmado en las anteriores adaptaciones del clásico de Louisa May Alcott como caprichosa y repelente, en una mujer con una fuerte personalidad que al fin y al cabo también resulta frágil y vulnerable. Y aunque Saoirse Ronan es la protagonista, Florence se convierte en el auténtico foco de atención.

Pugh nació en Oxford en el seno de una familia muy artística. Su padre tenía varios restaurantes, y su madre era profesora de baile. Desde su más tierna infancia, ya sintió el gusanillo de la interpretación, al igual que sus tres hermanos, entre ellos, Toby Sebastian, que encarnó a Trystane Martell en 'Juego de tronos' y que también ha desarrollado una carrera como cantautor.

Vivió en Andalucía

Cuando tenía tres años sus padres se mudaron a vivir a Andalucía para que mejorara el asma que sufría desde su nacimiento. Allí permaneció hasta los seis años y fue a un colegio de Sotogrande. La actriz siempre ha manifestado que la cultura y la música españolas forman parte de su niñez y que por eso cuando va de viaje busca bares donde comer tapas de jamón ibérico y cerveza Mahou, que era la favorita de su padre. Además, a todos los hermanos les encanta la música flamenca e incluso se llegó a comprar un vestido de volantes para bailarla en condiciones.

En su adolescencia tuvo un canal de Youtube con el nombre de Flossie Rose que todavía se puede visitar y donde podemos verla tocando con guitarra versiones de Oasis o Adele marcadas por su característica voz grave.

En las entrevistas suele aparecen sin maquillaje si antes no ha tenido sesión de fotos, con ropa muy informal y demostrando que se siente a gusto con su cuerpo después de las presiones que sufrió en sus inicios con su físico. Por eso reivindica sus curvas como parte de su belleza natural.

Reto interpretativo

La conocimos en el Festival de San Sebastián gracias a su interpretación en 'Lady Macbeth', la brillante ópera prima de William Okdroyd en la que pasaba de mujer humillada a empoderada. Gracias a ese papel ganaría el Independent British Award.

Ha trabajado a las órdenes del español Jaume Collet-Serra y junto a Liam Neeson en 'El pasajero', y en 'El rey Lear' tuvo la oportunidad de compartir protagonismo con dos mujeres que le inspiran, Emma Thompson y Emily Watson (además de con Anthony Hopkins). También se convirtió en una terrorista del Mossad en 'La chica del tambor', adaptación de la novela de John Le Carré dirigida por Park Chan-wook. Aunque su mayor reto interpretativo ha sido el de 'Midsommar', la película de horror folk de Ari Aster en la que la actriz se sumerge en una espiral de locura en manos de una secta nórdica.

Sus redes sociales reflejan su espontaneidad y frescura. Cero postureo que demuestra su forma divertida de abordar la fama, aunque también su discreción a la hora de proteger su vida privada y su relación con el actor y director Zach Braff, 21 años mayor que ella.