La ceremonia de entrega de los Bafta, los premios del cine británico,se celebró en el Royal Albert Hall de Londres y fue presentada por la actriz británica Joanna Lumley, que sustituyó como anfitriona al actor Stephen Fry, quien cumplió ese papel durante 12 años. Las actrices, al igual que había ocurrido en los Globos de Oro, se presentaron en la alfombra roja vestidas de negro en solidaridad con Time's Up y para denunciar los abusos sexuales en el mundo del cine, tras el escándalo del productor Harvey Weinstein, al que han seguido otros cuantos.

A Londres se desplazaron grandes estrellas de Hollywood como Angelina Jolie, Jennifer Lawrence o Salma Hayek, todas ellas enlutadas para la ocasión. Frances McDormand fue una de las excepciones. Llevaba un traje estampado de colores, si bien dejó clara su, “total solidaridad con mis hermanas que esta noche van de negro” y se despidió con un “poder para la gente”.