El príncipe Guillermo y su esposa Catalina están demostrando diferentes habilidades durante un viaje sorpresa de dos días a Irlanda del Norte. Los duques de Cambridge no dudaron en mostrase muy cercanos y se aventuraron, incluso, a tirar una pinta de cerveza en el famoso Empire Music Hall, ubicado en Belfast, y que en ese momento organizaba una fiesta para los jóvenes asistentes. Durante su relajada visita, la pareja pudo disfrutar de su paso por esta icónica cervecería ante la atónita mirada de los allí presentes. Pero esta no ha sido la única sorpresa. Antes de acudir al pub, también mostraron lo bien que se les da el toque de balón. Fue durante un encuentro en el estadio Windsor Park de Belfast, sede de la Irish Football Association, que organiza programas para alentar a las niñas a practicar este deporte y para apoyar a los clubs que se ocupan de problemas de salud mental. A continuación, Guillermo y Catalina, que viajaban solos, sin sus tres hijos, visitaron Fermanagh para ver la Aldea Juvenil de Roscor, un centro residencial para niños.